La defensa de una joven que mató a su bebé con unas tijeras alega que sufrió depresión psicótica en el parto

Imagen del juicio contra una acusada de matar a su bebé recién nacido en Madrid
Imagen del juicio contra una acusada de matar a su bebé recién nacido en Madrid - EUROPA PRESS
Publicado: martes, 18 febrero 2020 14:18

MADRID, 18 Feb. (EUROPA PRESS) -

La defensa de una joven que mató en febrero de 2018 a su bebé recién nacida ha alegado en el juicio que sufrió una depresión psicótica con inicio en el periparto, dado que la acusada no recuerda que apuñalara hasta en nueve ocasiones a su hija supuestamente con "unas tijeras".

El juicio contra Sonia B. A., española de origen argelino de 20 años, se celebra en la Audiencia Provincial de Madrid con un jurado popular. En la sesión de este martes, la sala ha seleccionado a los miembros del tribunal del jurado y se han expuesto los informes previos de las partes.

La acusada afronta una petición de pena de 22 años de prisión por un delito de asesinato con la agravante de parentesco. Según su defensa, ejercida por el abogado Jaime Sanz de Bremond, no recuerda nada de lo que sucedió al sufrir amnesia.

En el escrito de defensa se menciona que la chica podría haber utilizado unas tijeras para cometer el asesinato y se solicita que se le aplique una eximente incompleta por enajenación mental al considerar que sufrió una depresión psicótica con inicio en el periparto y amnesia disociativa.

Este tipo de eximentes de responsabilidad criminal no reúne todos los requisitos previstos en la ley para producir la exención de la responsabilidad penal pero puede actuar como circunstancia atenuante.

En el juicio, comparecerán los forenses que examinaron a la acusada y determinaron que sufrió tal patología al inicio del parto de su hija, según sostiene la defensa.

Las denominadas psicosis posparto es muy poco frecuente y está caracterizada por la pérdida del sentido de la realidad, alucinaciones, alteraciones del contenido del pensamiento y alteraciones graves del comportamiento.

Asimismo, la defensa relata en su escrito que ha sufrido intentos de suicidio y que cuenta con comportamientos extraños como que "habla sola frente al espejo" y "duerme en el suelo".

En el informe previo, el abogado Sanz de Bremond se ha dirigido al jurado para manifestar que no se discute que "Sonia fuera la causante de la muerte de su hija", sino las circunstancias en las que se produjo la muerte.

En este sentido, ha insistido en que los médicos consultados y los médicos forenses sostienen que la acusada no es "plenamente responsable de sus actos".

Sin embargo, el fiscal se opone a esta versión y mantiene que la acusada no tenía sus facultades cognitivas y volitivas alteradas en el momento de los hechos.

"Ella padeció una depresión grave con características psicóticas y amnesia disiociativa. Nos dirán en el juicio que hacía vida normal pero quizá eso es lo grave. Los deprimidos no tienen un cartel luminoso y hay muchos deprimidos que no se ve que la padecen", ha aseverado el letrado defensor.

La declaración de la acusada ante el tribunal tendrán lugar mañana, al igual que la fase testifical. Entre los testigos, figura su expareja, quien mantiene que no sabía que estaba embarazada.

Asimismo, la sala celebrará hoy la vistilla de prórroga de prisión, dado que ha expirado el plazo máximo que permite la ley para estar en situación de preso preventivo.

NO SABÍAN EL EMBARAZO

Ningún familiar tuvo conocimiento previo de que la acusada estuviera embarazada de una niña cuyo padre biológico se desconoce puesto que las pruebas de AND descartaron que la pareja con la que convivía fuera el progenitor de la bebé.

Sonia B., de 18 años de edad en aquellos momentos, residía de lunes a jueves junto con su pareja, los padres y dos hermanos de éste en el domicilio sito en Alcalá de Henares, según se recoge en el escrito de acusación.

Así, sobre las 5 horas de la madrugada del 20 de febrero de 2018, la joven rompió aguas en el salón del domicilio, "dando a luz a una niña, de 48 centímetros y de 2,950 kilos de peso, que nació viva y respiró espontáneamente fuera del claustro materno, procediendo a cortarle el cordón umbilical".

La acusada, que había mantenido su embarazo oculto tanto a su pareja como a sus familiares, cogió ese mismo día un arma blanca "sin determinar" y, con ánimo de acabar con la vida de la recién nacida, la apuñaló hasta en nueve ocasiones en distintas partes del cuerpo.

"En tres de ellas el arma penetró en el corazón, llegando a atravesarlo una de ellas, otra en el diafragma, y otra perforó el pulmón izquierdo, provocándole un fallo cardiorespiratorio con hemoneumotórax y consiguientemente su fallecimiento", añade la Fiscalía.

Sonia B., que se encuentra prisión por estos hechos desde el 23 de febrero de 2018, procedió acto seguido a limpiar la sangre e introdujo el papel de cocina utilizado, el paquete de toallitas de bebé, el cadáver y la placenta en varias bolsas de plástico para, a continuación, meterlo todo en el interior de una mochila que dejó colgada en una silla del dormitorio que compartía con su pareja y la hermana de éste.

Una vez limpiada la habitación la acusada se quitó el albornoz que la cubría, también manchado de sangre, y con restos derivados del parto se duchó, se puso un pijama y se acostó en la cama del dormitorio de los padres de su pareja -ausentes en ese momento por encontrarse trabajando- y donde se encontraba durmiendo su pareja.

Dos días más tarde, sobre las 20.51 horas, la acusada ingresó en el Hospital Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares aquejada de desgarro genital y sangrado vaginal.

Poco tiempo después la madre y la hermana de su pareja fueron al domicilio donde convivía con ellas la joven para buscar sus efectos personales y llevárselos al hospital.

Allí descubrieron la mochila, "sacando las bolsas con el cadáver, la placenta y el resto de su contenido del interior, que colocaron a su vez en otra bolsa de plástico, llevándola el padre de su pareja, al hospital, dejando la mochila en la terraza de la cocina del domicilio".

La hermana, por su parte, cuando descubrió el albornoz manchado de sangre lo arrojó a la basura pensando que era debido a una hemorragia motivada por la anemia de aquella.

La Fiscalía precisa que en las diligencias de entrada y registro e inspección ocular realizada en el domicilio el 24 de febrero se encontraron manchas de sangre de la acusada en la parte trasera y posa brazos del sofá del salón, en el pomo de la puerta de la cocina y en la mochila donde había estado el cadáver del bebé en la terraza de la cocina.

Además, analizado el AND del cadáver y de la pareja "se excluyó que éste fuera el padre biológico, siendo su progenitor desconocido".

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