MADRID, 30 Mar. (EUROPA PRESS) -
Las defensas del juicio por el asesinato del narco colombiano Leónidas Vargas, que se perpetró el 8 de enero de 2009 en el Hospital 12 de Octubre de la capital, han citado el denominado 'caso Naseiro' como posible causa de nulidad de las escuchas telefónicas que basan las acusaciones ante el Tribunal Supremo.
El Alto Tribunal declaró nulas las escuchas en la causa contra el extesorero del PP Rosendo Naseiro por supuesta financiación ilegal. Las escuchas telefónicas se habían ordenado para investigar un caso de narcotráfico y, por tanto, su utilización en la investigación de un presunto delito de financiación ilegal no poseía supervisión judicial.
En la última sesión de la vista oral tras cuatro semanas, las defensas han concluido sus informes en los que han argumentado que no hay pruebas contra sus clientes y han advertido de que las escuchas obtenidas a raíz de la investigación de uno de los procesados por un delito de tráfico de drogas podrían derivar en la nulidad del procedimiento.
Además, han criticado que el fiscal planteara ayer durante su alegato preguntas a las que debería responder el jurado popular en su veredicto, puesto que la Ley del Jurado prohíbe este extremo en su artículo 52. Este precepto limita al tribunal la elaboración del objeto del veredicto.
Tras los informes, los procesados han defendido su inocencia ante el tribunal, a quien mañana se entregará el objeto del veredicto para que determinen la culpabilidad o inocencia de los acusados. Los procesados se enfrentan a una suma de 156 años de prisión por asesinato, tenencia ilícita de armas y encubrimiento.
En su turno, la defensa de Edgar Andrés O.F., una de las personas que supuestamente encargó el asesinato, ha criticado que la Policía dirigiera la investigación a instancias de unas sospechas contra determinadas personas. "Ha habido una ingeniería en la investigación. Tenían fijación por un horizonte", ha recalcado el letrado.
Así, ha insistido en que es imposible que la Policía purgara sólo dieciséis llamadas de las miles que se registraron en el Hospital 12 de Octubre las horas previas y posteriores al crimen. Al respecto, ha indicado que la policía se quedó con los teléfonos de las personas sospechosas.
Por su parte, la defensa de Jonathan Andrés O., quien supuestamente ejecutó el crimen, ha recalcado que no hay prueba alguna de que su cliente haya sido el autor material del delito de asesinato. "No tiene ningún antecedente ni experiencia como asesino", ha subrayado.
"SOY INOCENTE"
La mayoría de los procesados se han limitado a asegurar en su turno a la última palabra que eran inocente y que se les ha destrozado la vida con este proceso.
"Soy inocente. La policía me maltrató y me agredió", ha reseñado Edgar Andrés en su turno. De igual modo, Yuli Carolina O.R. ha señalado que su vida es una incertidumbre y ha pedido al tribunal que se pronuncia cuanto antes, a pesar de asegurar que su "vida ya es una mierda".
En su alegato, el fiscal da por acreditado que los procesados se concertaron para quitar la vida al narcotraficante Leónidas Vargas, de 59 años, quien se encontraba bajo libertad de 200.000 euros por la Audiencia Nacional con motivo de su estado de salud. Vargas cumplía prisión por un delito de tráfico de estupefacientes como principal implicado en una red de narcotraficantes.
Así, José Jonathan F.O., y Edgar Andrés O.F. recibieron el encargo, por personas aún desconocidas, de matar a Leónidas Vargas. El capo se encontraba desde el 26 de diciembre de 2008 ingresado en el Hospital 12 de Octubre.
De este modo, contactaron con Alexander S.C., quien se encargaría de recoger al autor material y llevarle al hospital, entregarle el arma y trasladarle a su propia casa. Además, se pusieron en contacto con Jonathan M.R. para que vigilara la habitación 543 de la planta quinta, guiara al autor material hasta la misma y le entregara el arma.
Por otro lado, José Jonathan F.O. se puso en contacto con la acusada Yuli Carolina O.R., quien a su vez convenció al acusado Jonathan Andrés O., su ex pareja, para que a cambio de un precio ejecutara materialmente la muerte del capo.
El 8 de enero de 2008, Jonathan M.R. se dirigió a casa de Alexander S.C. y le facilitó un arma semiautomática. Sobre las 17 horas, Jonathan Andrés O. llegó al aeropuerto de Barajas procedente de Canarias y se fue a casa de Yuli Carolina O.R.
Así, Alexander S.C. recogió a Jonathan Andrés O., entregándole la pistola y llevándole al Hospital 12 de Octubre. En la entrada le esperaba José Jonathan F.O., Edgar Andrés O.F. y Jonathan M.R. Una vez allí, Jonathan M.R., cubierto con una gorra entró sobre las 19.37 horas en el hospital, seguido de Jonathan Andrés O., quien también llevaba una gorra y cubría la cara con una braga negra, a quien indicó la habitación en la que estaba ingresado Vargas.
Así, el asesino entró en la habitación sobre las 19.43 horas y tras preguntar al compañero quién era Leónidas, le disparó cinco tiros. Los tiros se dirigieron en zonas vitales, tres de ellos a quemarropa, uno en la barbilla, dos en el cuello y dos en el tórax, alcanzando ambos pulmones cuyas heridas provocaron la muerte de Vargas.
Por estos hechos, el fiscal solicita en su escrito de acusación que los siete acusados indemnicen de forma conjunta con 104.837 euros a la viuda de Leónidas Vargas.