MADRID 30 Ago. (EUROPA PRESS) -
El 17% del territorio español está en peligro de convertirse en desierto, una situación que en mayor o menor medida, afecta a todos y cada uno de los 200 países que entre los próximos 3 y 14 de septiembre, enviarán delegaciones a Madrid para participar en la VIII Conferencia de las Partes de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha Contra la Desertificación (COP 8).
El principal objetivo de este encuentro será pasar "del conocimiento a la acción" buscando recursos económicos, firmando un convenio marco con políticas concretas y proponiendo iniciativas como la de crear un centro con sede en Madrid para ocuparse de la sequía y la desertificación.
La reunión fue presentada esta mañana en Madrid por la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, quien estuvo acompañada por el secretario ejecutivo en funciones de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CNULD), Gregoire de Kalbermatten, quien destacó el papel que está desempeñando España en este campo como país "muy consciente" de un problema que afecta a más de un millón de personas en el mundo y que puede agravarse de forma que muchas poblaciones se vean obligadas a abandonar sus países.
Narbona recordó que la desertificación afecta a la tercera parte del mundo y que para "promover el combate" contra este proceso, es necesario "conocer los suelos" y mejorar la respuesta que damos al problema pasando "del conocimiento a la acción" con más recursos económicos, técnicas más novedosas y políticas decididas. Aseguran que su prioridad es ayudar a los países de África y Latinoamérica contra este problema que no sólo afecta a países pobres. "Falta implicar a la Unión Europea y que lo incluya en su agenda", apuntó.
Sobre la decisión del presidente de Estados Unidos, George W.Bush, de convocar a las grandes potencias mundiales a una conferencia internacional sobre el cambio climático los días 27 y 28 de septiembre en Washington, Narbona opinó que es una "buena noticia" que el mandatario comience a preocuparse del tema y que su iniciativa bien podría complementar las de la ONU, no "distorsionarla".