MADRID, 17 Dic. (EUROPA PRESS) -
Los vecinos de la colonia Virgen de Begoña, en Fuencarral-El Pardo, denunciaron hoy que un terreno incluido en la 'Operación Chamartín' que se encuentra frente a sus viviendas "lleva más de treinta años abandonado, y desde hace nueve años se llena de chabolistas, produciéndose ocupaciones y desalojos intermitentes".
De hecho, señalaron que el último, que acabó con el hogar de varias familias de ciudadanos rumanos que llevaban varios meses en el lugar, se produjo a finales de la semana pasada, y apuntaron que a pesar de que el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, ha asegurado que el cierre del convenio es "inminente", ellos "no se fían".
Por ello, mañana se concentrarán frente al descampado que lleva décadas "generando inseguridad y suciedad en esta colonia de viviendas modestas, que acusa un fuerte envejecimiento de población y presenta graves problemas de movilidad y accesos".
La recientemente creada Asociación de Vecinos Virgen de Begoña, que había anunciado la protesta antes de que el alcalde anunciase el cierre del proyecto urbanístico, ha convocado una manifestación que partirá a las 17.00 horas de la Cafetería Arellanos, en el número 9 de la Avenida de Llano Castellano.
"El vecindario está harto de que esta zona, que podría servir como aparcamiento temporal que redujese la fuerte carga de vehículos que padece el barrio o como espacio verde para el esparcimiento de sus habitantes, lleve décadas usándose como depósito incontrolado de basuras y chatarra, que aparece en grandes cantidades", añadieron.
Tras los desahucios de la semana pasada, la entidad ciudadana considera que ha llegado el esperado momento de poner solución a una situación que lleva demasiado tiempo "enquistada". Por ello, hasta el comienzo de las obras, sugiere al Ayuntamiento de Madrid y a las administraciones competentes "el vallado de los terrenos que están frente a la avenida Salas de los Infantes y la avenida Llano Castellano" o su acondicionamiento para un uso racional por parte del vecindario.
"Un control y un mantenimiento mínimo, en definitiva, para unas parcelas que, por ahora, son de uso público", apostilló la asociación vecinal. No obstante, hasta el momento, todas las peticiones realizadas por los vecinos a la Junta Municipal de Distrito han caído en saco roto. "Es hora de unirnos y de demostrar que estamos cansados de tener un basurero en nuestro barrio; con nuestra fuerza conseguiremos que nos escuchen", concluyó la organización.