El distrito más "joven" es Vicálvaro frente a Chamberí, el más "viejo, con una diferencia media de 8 años

Actualizado: domingo, 15 noviembre 2009 14:33

MADRID, 15 Nov. (EUROPA PRESS) -

El distrito más "joven", en términos de edad de la población, es Vicálvaro, frente al más "viejo", que es Chamberí, con una diferencia de más de ocho años de media, según se desprende de las conclusiones del último Barómetro de Economía de la Ciudad de Madrid, correspondiente al mes de octubre.

Según recoge dicho Barómetro, Madrid crece y rejuvenece, informó hoy el Consistorio de la capital, quien señaló que una estructura de edades rejuvenecida repercute en el incremento de la capacidad de formación y de adaptación de la sociedad, ya que las generaciones jóvenes son el recurso demográfico más valorado para el desarrollo de la productividad, la competitividad y la innovación.

En términos de edad de la población, la Ciudad de Madrid presenta marcados contrastes internos. A medida que nos alejamos de Centro la edad media disminuye. Los distritos más envejecidos se encuentran en la almendra central, que en conjunto superan en casi dos años la media de la ciudad que es de 42,2 años.

Aunque también aquí se pueden apreciar contrastes entre los distritos más envejecidos de Chamberí, Salamanca y Retiro, por encima de los 44 años, frente a Centro y Arganzuela que se sitúan en la media de la capital. Dentro de la periferia, los distritos vecinos a la almendra central son más viejos que los distritos más alejados.

En general el grupo más numerosos en la ciudad es el comprendido entre los 0 y los 29 años, pero con diferencias sensibles entre el valor más alto, Villa de Vallecas con el 37 por ciento, y el más bajo, Centro con el 26,9 por ciento. El segundo grupo más representativo en Madrid y en la mayoría de los distritos es el comprendido entre los 30 y los 44 años.

Dentro de este último grupo destaca que Centro sea el primero en porcentaje, con el 33,6 por ciento de su población. La explicación se encuentra en su capacidad para atraer inmigrantes extranjeros, profesionales del resto del país y el predominio de viviendas de tamaño reducido y peor adecuadas para la ampliación familiar.

Aunque de los 128 barrios que componen los 21 distritos de Madrid, 120 cuentan con una población entre los 0 y 44 años superior al 50 por ciento. El desigual acceso a la viviendas en los barrios es clave para explicar la redistribución de los jóvenes en la ciudad.

Los flujos centro-periferia son un fenómeno común a las grandes ciudades, como resultado de la tendencia de los emancipados y los nuevos hogares a situarse en ámbitos periféricos donde existe una oferta de vivienda más amplia y diversa y, por lo general, precios más reducidos.

En los últimos años la atracción demográfica y el consiguiente rejuvenecimiento se ha canalizado, particularmente, hacia los desarrollos urbanos de los nuevos barrios periféricos.

Así, los distritos con mayor accesibilidad a la vivienda son Vicálvaro, Villa de Vallecas, Barajas, Villaverde o Hortaleza. Por el contrario, los distritos centrales, ya consolidados y en los que la vivienda resulta menos accesible (Chamberí, Salamanca, Retiro o Chamartín) se han mantenido ajenos al aporte rejuvenecedor del proceso inmigratorio.

Pero esta atracción ni mucho menos está constreñida a las viviendas nuevas de los PAUs, sino que afecta también a otro tipo de viviendas y colectivos sociales. Por ejemplo, los flujos de inmigración extranjera se han concentrado en zonas urbanas ya consolidadas con una oferta de viviendas de segunda mano a menor coste, lo que se refleja en un rejuvenecimiento asociado a la renovación urbanística-residencial de algunos barrios centrales como Legazpi en Arganzuela o Sol y Embajadores en Centro.

Por último, la Ciudad de Madrid ha contribuido durante las últimas décadas al rejuvenecimiento demográfico de las coronas metropolitanas. Entre 2004 y 2007, los municipios de la Comunidad recibieron 111.335 habitantes de 25 a 39 años procedentes de la capital.

El traslado de residencia se debe, en general, a la oferta de viviendas a precios más bajos en los municipios metropolitanos situados en los mismos ejes radiales de los distritos. A pesar de este cambio de residencia, estos jóvenes residentes en los municipios entorno metropolitano mantienen fuertes vínculos con la ciudad donde constituyen en gran medida su población flotante.

FLUJOS MIGRATORIOS

Las aportaciones exteriores de los flujos migratorios constituyen el principal factor de rejuvenecimiento en la Ciudad de Madrid al compensar el proceso de envejecimiento generado por la transición demográfica y la marcha de población joven a las coronas metropolitanas, ciudades satélites y corredores del entorno regional.

Así, Madrid ha rejuvenecido en los últimos años gracias precisamente a este renovado proceso inmigratorio, tanto al de origen nacional como, sobre todo, extranjero. Entre 2001 y 2008 llegaron a la capital más de 750.000 personas menores de 45 años. Dos tercios de ellos procedían del extranjero y el tercio restante, de otras partes de España.

Este dinamismo contrasta con la tendencia en Europa hacia un envejecimiento generalizado de la población urbana. Madrid encabeza el crecimiento y rejuvenecimiento de su población de 0 a 44 años con un incremento del 5,8 por ciento durante el período 2001-2007, similar al registrado por Londres (5,4%) y sensiblemente superior al de París (2,6%).

El crecimiento más alto en Madrid se ha dado en los grupos de edad de 0 a 14 años y de 30 a 44 años, frente al estancamiento del grupo de 15 a 29 que ha experimentado un retroceso debido a la drástica reducción de la natalidad durante los años 90.

Madrid encabeza también el crecimiento demográfico nacional, junto a las ciudades de Barcelona, Zaragoza y Valencia, frente al estancamiento del resto. En la capital ha resultado trascendente la intensa inmigración de la última década, que se refleja claramente en el gran incremento del intervalo entre los 30 y los 44 años y, en consecuencia, en el repunte de la natalidad que ha favorecido el claro liderazgo de la Ciudad de Madrid en el aumento de la población infantil, muy superior al caso de Barcelona.