Un empresario declara que un acusado puso precio a su vida si no le daba un dinero que 'Casper' robó a los 'Miami'

Sede De La Audiencia De Madrid
EUROPA PRESS
Actualizado: jueves, 25 octubre 2012 15:42

Dice que le amenazaron para que no declarara en la Audiencia Nacional sobre las relaciones entre los 'Miami' y 'Casper'


MADRID, 25 Oct. (EUROPA PRESS) -

Un empresario dedicado a la venta de coches de lujo ha declarado este jueves en el juicio contra Ignacio Rocha, condenado en 2002 por disparar a Emilio Rodríguez Menéndez, que éste puso previo a su vida si no le devolvía un dinero que Ángel S., conocido como 'Casper', le había robado a los 'Miami', una banda organizada que actuaba en la noche madrileña.

Se da la circunstancia de que Rocha encabeza la protesta de los 40 presos de este centro penitenciario que desde hoy secundan una huelga de hambre si no se les aplica la 'doctrina Bolinaga', han informado a Europa Press fuentes próximas a los presos.

Luis R. ha testificado en la Audiencia Provincial de Madrid en el juicio contra Ignacio Rocha por extorsión y obstrucción a la Justicia. Rocha y Roberto G.C. se enfrentan a seis años de prisión.

En su declaración, el empresario ha relatado que Rocha se le presentó como "un cobrador de los Miami' y le puso precio a su vida si no le daba un dinero que les pertenecía después de que Casper hubiera robado un camión con cocaína que pertenecía a esta banda.

Según el testigo, Rocha insistió en concertar una cita, proponiendo éste ir a la cafetería Riofrío, próxima a la Audiencia Nacional. En este lugar, según su declaración, el acusado le enseñó una grabación de unas torturas para amenazarle.

Asimismo, ha contado que cuando fue a declarar a Plaza Castilla en la investigación que se abrió a raíz de su denuncia un familiar de Rocha le dio un teléfono en el que una persona le instaba a no declarar a cambio de un dinero, algo que no aceptó.

Frente a su versión, Rocha aseguró ayer que fue él quien le amenazó con matar a su padre. Según explicó, el dinero que le debía correspondía a unos coches que Casper le había dado de unos negocios que tenían, aprovechando que en 1999 fue encarcelado por el intento de asesinato del citado letrado en junio de ese año.

El acusado contó que antes de ingresar en prisión en 1999 era socio de Casper, con quien tenía un negocio de coches. En el centro penitenciario, Ignacio R. conoce que esos coches han desaparecido y al salir en 2008 trata de averiguar dónde han ido a parar, descubriendo que Luis R. tenía algunos en el concesionario de su propiedad. De este modo, decidió reclamar su dinero RELATO DE LOS HECHOS

Según el fiscal, los procesados creían, o creían saber, que el tal Casper le había entregado ese dinero a L.R.O. También pretendían impedir que L.R.O. fuera a declarar como testigo a la Audiencia Nacional.

Al no encontrar al propietario, obligaron a un empleado de la empresa a ponerse en contacto con su jefe y por teléfono le exigieron la devolución del dinero bajo, según el fiscal, "la amenaza de incriminarle en el procedimiento en el que acudía como testigo a la Audiencia Nacional o de matarle".

"No vas a llegar a declarar a la Audiencia Nacional - le dijeron-, vas a acabar con ocho plomos como tu amigo Miki en Ibiza". Acto seguido se llevaron del establecimiento un Mercedes que estaba en el escaparate y que el dueño les facilitó al temer por la vida de sus empleados.

En los días que siguieron, José Ignacio R.F. volvió a llamar por teléfono "al dueño del establecimiento que, acosado por las amenazas contra su vida y su negocio, y la vida de sus empleados, accedió a mantener un encuentro en la cafetería Riofrío, donde los procesados le exigieron la entrega de tres coches por valor de 225.000 euros".

"NO ME VACILES O TE DEJO FRITO"

Cuando se negó a aceptar la petición, José Ignacio R.F. le dijo "no me vaciles o te dejo frito", mientras hacía el gesto de sacarse una pistola del pantalón. El otro acusado aprovechó para coger del cuello al hombre y recomendarle que con la mayor tranquilidad salieran de la cafetería y se dirigieran al establecimiento de su propiedad.

Así lo hicieron, la víctima y uno de los acusados en un taxi, y el otro acusado vigilándoles desde una moto. Cuando llegaron al concesionario de coches les esperaba la Policía, que había seguido desde la distancia el encuentro en Riofrío, y después de un nuevo encontronazo con más amenazas, fueron apresados.

Al día siguiente de la detención, la víctima de la extorsión declaró como testigo en la Audiencia Nacional. El Mercedes fue recuperado. Los dos acusados están en prisión provisional.