MADRID, 18 Mar. (EUROPA PRESS) -
El exsubdirector de Seguridad de la Comunidad de Madrid Miguel Castaño ha acusado este viernes a los guardias civiles exasesores de Granados, José Oreja y Antonio Coronado, de elaborar un "montaje" con el asunto del supuesto espionaje a políticos del PP en el que le involucraban como "estrategia de su defensa".
"Me parecía un montaje porque no se ajustaba a la realidad. Yo no digo que se existía tal montaje, pero digo que tenía la pinta que podía haber sido así. Esto a los cuatro años veo que ha sido una estrategia de defensa. Estarían en su mundo y dijeron (Oreja y Coronado): 'Vamos a pillar al jubilado', a decir que también fue él", ha relatado.
En la nueva sesión de investigación sobre corrupción política celebrada hoy en la Asamblea de Madrid, Castaño ha recordado que está ahí y que está investigado en el caso judicial porque estos guardias civiles y el técnico de Seguridad José Manuel Pinto le acusan --tal y como hicieron en la anterior sesión-- de ser el que anotó los supuestos partes de seguimiento a Prada y Cobo que fueron publicados en los medios.
"No he tenido relación con los partes de seguimiento. Dijeron que me vieron escribir esos partes a mí. Entonces me llama el juez y le digo que no. Pero se hace una prueba caligráfica, que se llevó al servicio científico, y se determina que yo no los escribí. El autor de la escritura de los partes es Pinto, tal y como dice la Policía y dos peritos externos de la calle", ha añadido.
Preguntado por la portavoz socialista Encarnación Moya sobre otro informe posterior de la Guardia Civil que asegura que él pudo deformar su letra deliberadamente, Castaño lo ha negado, aunque ha dado una versión de lo que pudo ocurrir.
"A mí me llevaron a los juzgados para tomar una muestra de la letra, pero como allí no encontrábamos sitio, me pusieron en una que mesa que estaba llena de legajos y donde no me cabían las piernas", ha esgrimido.
El exsubdirector también ha indicado que en la supuesta reunión en la que les citó su jefe, Sergio Gamón, junto al resto de asesores de la Consejería de Presidencia no fue para dar órdenes de espionaje a políticos, sino para tener laborales sobre coordinación policial.
Además, le sorprende que los que le acusan de haber escrito los supuestos partes dijeran que se vieron presionados por Gamón por negarse a colaborar cuando "son señores guardias civiles hechos y derechos" y podían haber pedido la reincorporación a su puesto.
Miguel Castaño también ha contado que durante su época como subdirector los exasesores guardias civiles eran "discretos" mientras que los otros exasesores policías nacionales iban contando que "habían estado con Paco, tomando café con Paco, etcétera" y que como consecuencia de esta confianza con el exconsejero Granados "hubo técnicos de Seguridad que se sintieron amenazada su carrera profesional porque estas personas les podían ocupar su puesto".
Durante su intervención, el exdirectivo de Seguridad ha indicado que sólo vio una vez a la mujer de Gamón, Yolanda Laviana, de la que ha dicho que pasó "una divorcio traumático y ahí vale cualquier cosa". También ha señalado que no contrató a Método 3 porque "no tenía capacidad para esas cuestiones" y ha dicho del exasesor Marcos Peña que quiere estar de él "cuanto más lejos mejor por su trayectoria".
