La defensa solicita una eximente incompleta por alcoholismo, de lo que discrepa la fiscal y abogados de víctimas
MADRID, 17 Feb. (EUROPA PRESS) -
La fiscal del denominado 'caso Balrog', nombre al que la Policía apodó el operativo contra el pederasta de Colmenar de Oreja haciendo alusión a los demonios que plasmó Tolkien en sus obras, ha aseverado en el juicio que Dumitu R. es "el pedófilo más peligroso que ha habido nunca en España", haciendo suyas las palabras del jefe del Grupo de la Unidad Central de Ciberdelincuencia encargada de las pesquisas.
El juicio contra Dumitri R., de 50 años y origen rumano, ha quedado este jueves visto para sentencia con los informes finales de las partes y la última palabra del acusado.
En su declaración, admitió los abusos sexuales y haber grabado a las menores, de entre 4 y 13 años, para difundir las imágenes en una de las mayores redes de pedofilia que existen en Europa. En su última palabra, ha reiterado el perdón a las familias afectadas.
En su informe, la fiscal ha mantenido la pena inicial de 286 años de cárcel que solicita al acusado pero ha modificado su escrito al sacar a una de las víctimas. El cumplimiento efectivo será de 20 años de prisión al ser el máximo legal con carácter general permitido en España.
La fiscal le imputa delitos continuados de abusos sexuales, de elaboración, tenencia y distribución de pornografía infantil o de descubrimiento de secretos, con la circunstancia agravante de abuso de superioridad.
Se le acusa de abusar de 24 menores, muchas hijas de conocidos compatriotas y otras amigas de sus dos hijos, entonces de 4 y 18 años. El pederasta cayó porque fue "muy torpe", según la fiscal, al grabarse la cara, hablar en rumano y mostrar las habitaciones de su vivienda.
El encausado se ganaba la confianza de los progenitores y se ofrecía para llevar y recoger a las niñas del colegio. Tras ello, las pequeñas acababan en su domicilio, donde perpetraba las vejaciones y eran grabadas.
EXIMENTE POR ALCOHOLISMO
El abogado del depredador sexual solicita que se le aplique una eximente incompleta por alcoholismo, que supondría una reducción considerable de la pena a imponer, o de forma subsidiaria se le aplique una atenuante por adicción a alcohol, que implica una reducción menor.
El defensor se ha mostrado disconforme a que exista un agravante por abuso de superioridad, ya que no había ninguna relación de confianza con los padres que le dejaban sus hijos a su cargo porque eran conocidos puntuales. "No había ninguna relación cuasifamiliar previa", sostiene.
"Puede que tuviera una desviación sexual reprimida y ese instinto criminal viene con la dinámica de consumo de alcohol y pierde la noción de lo que está bien y mal. Lo único que lo justifica en ese alcoholismo crónico y esa alternación de la personalidad", ha dicho.
En la exposición de sus conclusiones, la fiscal ha elogiado la labor policial que acabó con la detención del pederasta a raíz de que la policía australiana colgara en una base de datos internacional gestionada por Interpol los vídeos de los abusos sexuales cometidos por el acusado.
"Dumitru fue tan torpe que incluyó en los vídeos su rostro, sus manos con tatuajes, su pene y audios. Se grababa orgulloso. Consumía y no solo hacía producción propia", ha resaltado la representante del Ministerio Fiscal, quien ha subrayado que con escasos datos se ubicó al agresor sexual en la localidad de Colmenar de Oreja, con una población de 8.000 habitantes de los que 200 pertenecen a al comunidad rumana.
La fiscal ha recordado que se descubrieron cinco microcámaras, varias fabricadas por él mismo en su taller, en el domicilio del acusado, distribuidas en diferentes estancias, con las que grabada a las niñas para difundir las imágenes en la red de pornografía infantil Red Tor y a través de grupos de mensajería como WhatsApp.
ALCOHOLISMO NO CORROBORADO
La fiscal discrepa de que el hombre sufra un problema grave de alcoholismo, dado que no está corroborado ni por informes forenses ni por las testificales prestadas por los familiares de las menores objeto de abusos.
El abogado de la acusación particular, que defiende a dos de las menores (víctimas 16 y 17), se ha mostrado contrario a que se le apliquen atenuantes al recalcar que los padres de sus defendidas nunca le bebieron que sufriera problema de alcoholismo, porque no les hubieran dejado a sus hijos a cargo.
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