MADRID, 26 Jul. (EUROPA PRESS) -
La Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid (FRAVM) registró hoy, en los ministerios de Medio Ambiente y Fomento, sus alegaciones al mapa estratégico de ruido del aeropuerto de Madrid-Barajas presentado por AENA y la Dirección General de Aviación Civil.
En sus alegaciones, la FRAVM señala que, a su juicio, "el mapa estratégico sometido a información pública se ha realizado con datos de 2005, antes de que entrara en funcionamiento la T-4", y que los "procedimientos operativos han sido modificados en ocho ocasiones, por lo que tienen escaso valor para determinar el nivel de afección acústica del aeropuerto".
La Federación denunció "la ineficacia de una Comisión de Vigilancia y Control del Ruido" y aseguró que el Ministerio de Medio Ambiente "renunció a su principal función y responsabilidad como es la protección de la salud" por encima de cualquier consideración económica o política, según informo la Federación hoy en un comunicado
También comentó que de esta comisión "están excluidos los vecinos afectados, y algunos ayuntamientos que no se interesan, olvidando en ocasiones la salud de los vecinos en pro de sus intereses urbanísticos".
Por otro lado, la Federación afirmó que "las innumerables modificaciones de los procedimientos operativos son una consecuencia, en muchos casos, de las dificultades intrínsecas del aeropuerto, dada su ubicación y las condiciones metereológicas que le afectan y constituyen, en otras muchas, una respuesta de AENA en su intento de acallar las reiteradas protestas vecinales".
Así, indicó que "esta indefinición operativa es justificada por AENA con el recurso a la disminución de los ruidos emitidos por las nuevas generaciones de aeronaves", un argumento que, según ellos, "es cuestionado por los propios fabricantes de motores y de aviones, interesados en disminuir el consumo de combustible a costa de un incremento de las emisiones acústicas".
Ante esto, la FRAVM reiteró su denuncia de "la calculada falta de transparencia de AENA y la Dirección General de Aviación Civil, la falta de rigor y objetividad en los estudios realizados desde los años 80 por la citada dirección general y el calculado olvido de los efectos que las sucesivas ampliaciones del aeropuerto han provocado en la población circundante", según aseguró en su comunicado.
En sus alegaciones, concluyó que "las huellas publicadas en esta fase (BOE de 30 de junio de 2007) tienen muy escaso valor para determinar el nivel de afección acústica, puesto que Barajas presenta dificultades operativas para conseguir los objetivos publicitados de no ser a costa de una creciente agresión a la salud de los vecinos", y que, a su juicio, "no existe un mapa real de las áreas afectadas en cada municipio o, en su defecto, mediciones de aquellas que presentan denuncias contra el ruido". También añadió que "no existe ningún plan de emergencia, como puso de manifiesto el atentado de la T-4", y que "los órganos de vigilancia y control no son los adecuados para los objetivos que se persiguen".
Tras esto, la Federación planteó sus peticiones, entre las que se encuentran "la modificación de los órganos de seguimiento y control para que cuenten con participación directa y efectiva de los ciudadanos afectados, de los técnicos (controladores y pilotos), compañías aéreas y administraciones afectadas" , o "el cierre nocturno del aeropuerto entre las 23 y las 7 horas en cumplimiento del Real Decreto 1257/2003 por el que se regulan los procedimientos para la introducción de restricciones operativas relacionadas con el ruido de los aeropuertos".
