MADRID, 3 May. (EUROPA PRESS) -
La directora general de Servicios Sociales en el Ayuntamiento de Madrid, Esperanza Aguirre, aseguró hoy a Europa Press que en este momento no hay polvo de amianto en el centro de acogida San Isidro y que se desalojará "por precaución" cuando comiencen los trabajos de desmantelamiento de una parte de la techumbre.
IU denunció hoy que el polvo de amianto encontrado durante la inspección a la instalación conllevará el traslado de los sin techo y al centenar de trabajadores al Luis Vives, donde se maneja la posibilidad de instalar casetas provisionales para dar alojo a estas personas.
"No hay polvo de amianto en el centro y no es la razón por la que se desaloja", aseguró García, quien explicó que hay una parte de la techumbre del centro que está fabricada a base de placas que contienen sustancias con amianto.
La directora de Servicios Sociales recordó que dicho material "no es perjudicial mientras está instalado, no hay problemas en la convivencia". Los únicos relacionados con el amianto pueden surgir o durante la fabricación de las placas o cuando se manipulan para quitarse.
Es por eso que cuando los obreros que trabajan en la remodelación del centro tengan que manipular esa techumbre se desalojará a empleados y sin techo "por precaución". Está previsto que ese desalojo se produzca a partir del 30 de junio, antes de que empiecen esos trabajos concretos.
A su vez, Esperanza García quiso rectificar a IU --organización que reclamó que las inspecciones se realizaran "sin esperar a que la fuerza de los hechos obligue ahora a un desalojo"-- argumentando que dichas inspecciones técnicas son acometidas "con frecuencia" por el Ayuntamiento en sus propios edificios. De hecho, como aseveró, el año pasado se llevaron a cabo un total de 91.
García expuso que las obras en el San Isidro ya han empezado. Hasta el momento un total de 110 usuarios han salido del centro y otros 156 lo harán posteriormente ya que las obras se están ejecutando por partes.
A su vuelta, antes de que finalice el año, cuando está previsto el fin de los trabajos, los usuarios encontrarán un albergue "mucho más funcional", con dormitorios para cuatro personas y no para doce, como hasta ahora, por ejemplo, y con las normas de accesibilidad que hasta ahora se cumplen pero puestas al día.
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