MADRID, 21 Mar. (EUROPA PRESS) -
El 99,2 por ciento de los inmigrantes llegados a España viene con convicciones religiosas, pero un 14,6 por ciento dice haberlas perdido desde entonces y el 9,8 por ciento, estar haciéndolo progresivamente. Por otro lado, el 41,5 por ciento de los extranjeros residentes en la región afirman ser menos felices que en su país de origen y el 53,6 por ciento se siente tratado en función de su utilidad.
Así lo revela un estudio firmado por la Fundación Social de la Universidad Francisco de Vitoria a partir de encuestas realizadas a principios de este año a 506 personas, originarias de 36 países y residentes en la Comunidad de Madrid, que llevan en España un máximo de cinco años y de los que un 53,3 por ciento están en situación legal. La mayoría de los entrevistados proceden, por este orden, de Bolivia (108), Rumanía (77), China (54), Ecuador (51) y Colombia (30).
El informe, que fue presentado hoy en rueda de prensa, pretende aportar datos sobre el grado de integración y felicidad de los inmigrantes que forman parte de la sociedad madrileña, su evolución cultural y religiosa, su nivel de formación y su opinión sobre la igualdad de sexos.
Así, otras conclusiones que se pueden extraer son que sólo un 13 por ciento de estos ciudadanos viene sin ninguna formación. La inmensa mayoría de ellos dice tener estudios básicos (escuela) y un 18,4 por ciento, haber estudiado en la universidad. Si atendemos a las nacionalidades incluidas en el sondeo, se advierte que bolivianos y rumanos son los que tienen mayor nivel formativo y los chinos, los que menos -de hecho, el 26,6 por ciento de estos últimos dice no tener estudios de ningún tipo-.
NIVEL FORMATIVO E IGUALDAD
No obstante, a un 76 por ciento de los inmigrantes entrevistados le gustaría seguir estudiando, aunque no lo hace, fundamentalmente, por falta de tiempo y dinero para costearse la formación, y el 72,5 por ciento dice animar a la gente de su entorno a estudiar. En este punto, cabe destacar, sin embargo, que un 7 por ciento de los consultados no fomenta en los menores el hábito del estudio argumentando que deben trabajar para ayudar a la familia a salir adelante.
Otra pregunta que se formuló a estos más de 500 inmigrantes es si son favorables a la igualdad entre hombres y mujeres. La mayoría contestó positivamente, con porcentajes similares en ambos sexos. En el caso concreto de la incorporación de la mujer al mundo laboral, se valora positivamente, pero el 83,6 por ciento de los hombres y el 72,2 por ciento de las mujeres entrevistados piensa que ello perjudica a la vida de familia.
Mientras, si se trata de decidir cuál de los dos miembros de la pareja debe renunciar a su carrera profesional, ambos sexos se inclinan en buena parte por que sea la mujer (el 32 por ciento de ellos y el 21 por ciento de ellas), aunque el 14 por ciento de los varones y el 26,5 por ciento de las féminas opinó que ninguno debería plantearse dejar de trabajar.
El director de la Cátedra de Inmigración de la Fundación Social de la Universidad Francisco de Vitoria, Miguel Osorio, que fue el encargado de presentar a la prensa este estudio, dijo que con esta 'fotografía' del colectivo inmigrante pretenden rebatir esa "visión un tanto conflictiva" de los extranjeros que se percibe en la sociedad española como reflejo, por ejemplo, de las bandas latinas violentas y de la llegada irregular y masiva de inmigrantes a las ciudades.
"RACISMO SUBYACENTE"
En este sentido, Osorio consideró que aunque por lo general no se dan "agresiones violentas" contra los inmigrantes, "sí hay un racismo subyacente en España" que, si no se toman medidas preventivas e integradoras, "puede florecer, como ha ocurrido en otros países".
A su juicio, este reto puede ser afrontado adecuadamente, especialmente en Madrid, por su "capacidad de acogida" y su actitud abierta, mediante políticas públicas de integración desde la escuela y haciendo compatible además el desarrollo profesional con "una formación accesible", cofinanciada en algún porcentaje. Otra 'asignatura pendiente' para él es que los españoles sepan más sobre la cultura e historia de los países de los que proceden los extranjeros, con el fin de entenderles y no verlos como "un problema".
Al hilo de la encuesta, Osorio comentó que la mayoría de los inmigrantes que viven en la región piensan volver a su lugar de origen cuando consiga las metas con las que llegó, aunque el regreso puede verse "frenado" si la situación de su país sigue siendo insatisfactoria, si han reagrupado a su familia en España y si tienen hijos pequeños que han 'echado raíces'.