Intermón acusa a un hotel de "humillar" a una activista de Guatemala negándole una habitación pese a haber plazas

MADRID 19 Mar. (EUROPA PRESS) -

Intermón Oxfam ha acusado al Hotel Don Pío de Madrid de "humillar" a la activista de Guatemala Maria Josefa Macz, de origen maya, al negarle el sábado pasado una habitación pese a haber plazas disponibles en el establecimiento, según informa en su blog el responsable de Campañas y Eventos de la ONG, Saviano Abreu.

Abreu cuenta que Maria Josefa pudo finalmente pernoctar en dicho hotel ya que la organización realizó la reserva y el pago de la habitación por Internet. El establecimiento en su página de Facebook ha calificado el incidente como un "desafortunado malentendido".

La activista guatemalteca estaba visitando España para participar en una campaña de sensibilización organizada por la ONG. El sábado perdió su vuelo de regreso a Guatemala y Abreu la acompañó a buscar un hotel para pasar la noche.

El responsable de Campañas y Eventos de Intermón explica que antes de dirigirse al Hotel Don Pío buscó en la página del establecimiento los precios y disponibilidad. Cuando se aseguró de que había habitaciones libres decidieron acudir directamente.

"Al entrar al hotel nos dimos cuenta de que nuestra invitada, de rasgos indígenas y vestida con un traje típico de mujer maya, llamó la atención de la recepcionista. Yo pregunto por una habitación y la empleada contesta que no hay disponibilidad poniendo como excusa que el hotel estaba lleno por un partido que se disputaba en el Santiago Bernebéu", narra Abreu en su blog.

Ante esta situación, Abreu cuestionó lo que decía la recepcionista, ya que acababa de comprobar la disponibilidad por Internet y recibió "un seco 'es un error, no hay habitaciones libres. Busquen otro hotel'".

Al salir del hotel, volvieron a entrar en la página del establecimiento y comprobaron que había habitaciones libres, por lo que deciden realizar la reserva por Internet.

"Menos de cinco minutos después estábamos dentro del Hotel Don Pío, reserva hecha y pagada. Nos dirigimos al mostrador como si nada hubiese acontecido y, sin escuchar ni una disculpa por lo que podría haber sido una equivocación, hicimos todos los trámites del check-in", explica Abreu.

Una vez todo terminado, factura y llaves en mano, pidieron la hoja de reclamaciones. El responsable de Campañas de la ONG ha indicado que les dijeron que no tenían hojas de reclamaciones y que la empleada les espetó con un "tengo la potestad de decidir qué clientes entran o no en el hotel".