MADRID 18 Ene. (EUROPA PRESS) -
La última encuesta de consumo del servicio de Estudios de la Cámara de Comercio de Madrid, que se ha realizado este mismo mes de enero, concluye que "2010 finaliza con unas expectativas limitadas sobre la economía y una valoración negativa de casi todas las variables", ha informado la entidad cameral.
Entre estas variables destacan especialmente dos: la evolución de la crisis global "ha situado a España en el centro de la turbulencia que se abate sobre la eurozona", y de otra parte "se está produciendo una doble incertidumbre" en los hogares a la hora de valorar el momento para hacer grandes compras, por cuanto las dudas sobre la estabilidad de los ingresos pueden convertir las eventuales oportunidades de adquisición de bienes en un problema y, además, pesan los interrogantes acerca del valor real de los bienes.
No obstante, la Cámara ha reseñado la confianza que demuestran en la estabilidad de su empleo las familias madrileñas, ya que sólo un 10 por ciento de los ocupados considera que hay muchas o bastantes posibilidades de perder el empleo. De hecho, el índice de confianza de las familias de la región a este respecto roza máximos de los últimos 18 meses, lo que resulta "un aspecto muy característico de la Comunidad de Madrid" en las encuestas que realiza mensualmente la Cámara de Comercio.
Junto con esta confianza, las familias encuestadas también señalan su sensación en general de que la destrucción de empleo no se ha detenido y que las consecuencias de la crisis, en forma de reducción de ingresos o de pérdida de empleo, pueden afectar a cualquiera aleatoriamente.
Esta sensación tiene su repercusión sobre el consumo en general y en especial sobre las decisiones para realizar grandes compras. De ahí que la encuesta afirme, por una parte, que existe una "pulsión por el control de los gastos, en ocasiones desbordada por la presión de la inflación (combustibles, alimentos), y se evitan las compras compulsivas", y por otra, señala que "si hace unos meses se pensaba que el descenso de precios podía representar una oportunidad, ahora se duda sobre si los bienes no seguirán depreciándose durante un período largo o si tienen que bajar para ajustar su valor al nuevo contexto".
Esto último supone, en suma, que "se da por descontada una rebaja en el valor de los bienes, que aplaza las decisiones de compra". Entre ellas, destacan las de la vivienda y otros activos del mercado inmobiliario.
Según los últimos datos publicados ayer por el Ministerio de Fomento, el precio de la vivienda libre encadena dos años y medio de caídas y parece haber entrado en una senda de estabilización si se tiene en cuenta que en los últimos tres trimestres ha registrado descensos interanuales similares, del orden del 3,5 por ciento.
La información oficial se sumó a la estimación del presidente de la patronal de las constructoras Seopan, David Taguas, de que en España "debe de haber en torno a 350.000 viviendas" pendientes de venta actualmente en manos de promotores y bancos.
RACIONALIDAD ESTRICTA EN EL CONSUMO COTIDIANO
La encuesta de la Cámara de Madrid recoge la pormenorizada percepción de la evolución de los gastos cotidianos en los hogares, que revela diversos aspectos. Por ejemplo, pone de manifiesto que desde el comienzo de la crisis se desató una inclinación por el control de los gastos, siendo el precio un referente central en las decisiones de consumo.
Además, pone de relieve que un elemento adicional de esta evolución fue la ruptura de la fidelidad a las marcas de los fabricantes, dando paso a las marcas de la distribución comercial.
También indica que con el paso del tiempo, este control se ha visto superado por las tensiones inflacionistas en algunos bienes como el combustible y la alimentación muy especialmente. y que la presión para el control de los gastos se ha acentuado en bienes menos necesarios: ropa y complementos, ocio y pequeñas aficiones y diversiones y salir a bares y restaurantes.
De ahí que se concluye que los madrileños aplican a sus decisiones de consumo "una racionalidad estricta: se evitan todos los gastos que no son necesarios". La publicación del índice de precios al consumo de diciembre indica que con los mismos ingresos, en 2011 cada familia tendrá que hacer frente a un 25% de gastos si mantiene inalterable su consumo de alimentación, combustibles, transporte, energía, agua, ropa y actividades de ocio emprendidas en 2010.
La encuesta de enero de la Cámara de Madrid ya refleja un sensible descenso de las compras de videoconsolas y otros equipos similares, si bien asciende ligeramente el interés por otros adminículos, como el libro electrónico, a la par que se observa un aumento de la contratación de fondos de pensiones "seguramente como vía alternativa a los capitales salidos de la bolsa".