MADRID, 26 Mar. (EUROPA PRESS) - La delegada de Políticas de Género y Diversidad del Ayuntamiento, Celia Mayer, ha planteado la necesidad de que las instituciones reflexionen sobre el papel que juegan en los procesos de denuncia y acompañamiento de las víctimas de violencia machista después de que ayer una mujer de 39 años fuera asesinada en Loeches por su pareja, quien después se suicidó. Una de las hijas, de 11 años, fue la que dio la voz de alarma. La pareja tenía también un hijo de 5 años. "Tenemos la obligación de pensar cómo hacer la denuncia accesible a todo el mundo, cómo acompañar a las mujeres en ese proceso hasta la denuncia, que es terriblemente duro y costoso", ha declarado Mayer ante la prensa después de confirmar que la mujer asesinada no había presentado denuncias previas. Mayer se ha concentrado a las puertas de Cibeles, junto con la alcaldesa, Manuela Carmena; la portavoz del Gobierno, Rita Maestre, y la concejala presidenta de Hortaleza y Ciudad Lineal. Lo han hecho sujetando una pancarta en la que se podía leer '¡Basta ya! No a la violencia de género'. La mujer asesinada ayer en Loeches hace el número trece en la siniestra cuenta de asesinatos machistas. La delegada ha hecho un llamamiento a que todas las instituciones pongan más de lo que están poniendo y hagan "más esfuerzos para evitar este tipo de asesinatos machistas". Sobre el hecho de que no hubiera denuncia, la concejala ha señalado que es una reflexión que tienen que hacer las instituciones. "Solemos hacer un llamamiento a las denuncias y desde luego las mujeres que se encuentren en disposición de hacerlo les animamos a que denuncien pero, en muchos casos, llegar a las denuncias es también muy complicado. Tenemos la obligación de pensar cómo hacer la denuncia accesible a todo el mundo, cómo acompañar a las mujeres en ese proceso hasta la denuncia, que es terriblemente duro y costoso", ha planteado. El Ayuntamiento ultima una ordenanza, pionera en España, que blindará la lucha contra la violencia machista desde la institución y en la que amplía la definición de violencia al ir más allá de la pareja y expareja. Lo hace con la transposición de las obligaciones y compromisos recogidos en el marco normativo internacional, europeo, nacional y autonómico, como el Convenio de Estambul. El borrador abarca todas las formas de violencia contra las mujeres: la de pareja o expareja, la violencia sexual, los feminicidios u homicidios por motivos de género, la trata de mujeres y niñas, la explotación de la prostitución y otros abusos de derechos humanos en este contexto, el matrimonio precoz y la mutilación genital femenina. Mientras que la normativa actual, del año 2004, garantiza únicamente el derecho a las mujeres y, muy recientemente, con motivo de las leyes de protección de la infancia de 2015, a los y las menores, en esta ordenanza se reconocen a los y las familiares y al entorno de la víctima como sujetos de derechos de asistencia y reparación.