La candidata de Más Madrid a las elecciones autonómicas del 4 de mayo, Mónica García
La candidata de Más Madrid a las elecciones autonómicas del 4 de mayo, Mónica García - BRUNO THEVENIN (MÁS MADRID)
Publicado: sábado, 1 mayo 2021 13:29



Ahora salta otros obstáculos, no los metros valla, "los del ladrillo y cañas" de Ayuso y "la intolerancia de la ultraderecha"

MADRID, 1 May. (EUROPA PRESS) -

Mónica García, 47 años, madrileña, semifinalista en 1999 de los 100 metros valla, anestesista en el 12 de Octubre (en campaña ha echado mano de los días de vacaciones que le corresponden) es la "médica de Más Madrid" que receta política "de lo que de verdad importa, de lo cotidiano" y que ha sido esa precisamente su gran baza en unas elecciones en las que partía como la candidata menos conocida.

Dos años de trabajo en esta corta legislatura, de la UCI del hospital a la Asamblea, con una pandemia de por medio, patearse las calles, reunirse con profesionales y asociaciones se han traducido en cientos de propuestas concretas, aterrizadas en la realidad madrileña, aquellas que marcan la vida aunque no sean objeto de grandes debates políticos o tertulias periodísticas, desde el reparto gratis de productos de higiene femenina en colegios, institutos, bibliotecas o centros de salud para combatir la pobreza menstrual o triplicar el número de psicólogos clínicos.

Empezó siendo la candidata quizás menos conocida pero acaba con un runrún de sorpasso al PSOE en una campaña casi artesanal, sin despliegues económicos, tirando de ingenio y microcréditos a devolver a la militancia materializados, por ejemplo, en forma de banderolas en los balcones, como ya hicieran en 2019 ante el 'no' de la Junta Electoral a su propaganda.

La naturalidad que rezuma, que no sea una política al uso, es otra de las razones que explican el ascenso fulgurante de Mónica García en las encuestas. "¿Quién es? ¿La médica? La escucho y me la creo, habla como cualquiera", comentaban unas vecinas en Alcorcón hace unas semanas. Y esa es una de las reivindicaciones que hace la candidata al frente de la propuesta de Más Madrid.

"Somos el lobby del bien común", ha definido a la formación con la que se presenta, además de reclamar la "revolución de las pequeñas cosas" y un "pacto por el derecho a la fragilidad".

Y HASTA 'PERREA'

La sonrisa, permanente en Mónica García y que se insinúa debajo de la mascarilla, es una de sus señas de identidad, reflejada en el cartel electoral, sonrisa muy unida a su sentido del humor. "Hablo 5 minutos y dejo dormida a la gente", ha bromeado al comenzar algún mitin, todo un ejemplo de chiste de anestesistas. También es atrevida: fue ella misma la que pidió marcarse un 'perreo' en un programa radiofónico (que puede verse en YouTube).

Otra de las claves es que predica con el ejemplo: en una formación que hace bandera de la semana laboral de 32 horas para ganarle el pulso al tiempo y no vivir para trabajar, Mónica García reserva parte de sus tardes a sus tres hijos, haya o no pegada de carteles, actos con la militancia, ruedas de prensa o mítines.

Su familia está muy presente en todas las intervenciones de Mónica García, empezando por sus tres hijos, Nico, Pablo y Rosita, o sus padres, también sanitarios, psiquiatras en la pública ya jubilados. De hecho, su padre y su hija protagonizan un símil que emplea siempre para explicar la subida impositiva a los que más tienen, el de la maleta que lleva ella porque es quien tiene más fuerza si se compara con su padre octogenario o con su pequeña Rosita.

EL 'NO' FEMINISTA A IGLESIAS Y EL 'VETE AL MÉDICO' RECONVERTIDO EN PLAN

Ni el salto desde una Vicepresidencia del Gobierno a la Asamblea de Vallecas del candidato de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, hizo que Más Madrid tambaleara su posición en el tablero político e incluso el rechazo de la formación de Mónica García a concurrir juntos el 4M con un claro alegato feminista elevó a la anestesista en la opinión pública, algo que ni la mejor de las campañas de reputación podía haber conseguido.

"Las mujeres estamos cansadas de hacer el trabajo sucio para que en los momentos históricos nos pidan que nos apartemos. Las mujeres hemos demostrado con creces que sabemos frenar a la ultraderecha sin necesidad de que nadie nos tutele", contestaba Mónica García a Iglesias en un vídeo que ya forma parte de la historia política reciente madrileña.

El segundo hito que Más Madrid supo dar la vuelta a su favor fue el insulto de un diputado del PP al portavoz de Más País, Íñigo Errejón. 'Vete al médico' se ha convertido en el nombre del plan con el que Más Madrid quiere agilizar los tiempos de espera y facilitar el acceso a los servicios públicos de psiquiatría y psicología.

El tercero fue el debate electoral en Telemadrid, el único en el finalmente la candidata del PP, Isabel Díaz Ayuso, aceptó participar y en el que distintos analistas dieron a García como la vencedora. En Más Madrid lo comparan con lo que sucedió en 2015 entre Manuela Carmena y Esperanza Aguirre, exponentes de dos modelos antagónicos y por el que, tras el cara a cara televisado, la exjueza no paró de crecer en las encuestas para finalmente lograr el bastón de mando en el Palacio de Cibeles.

LOS OBSTÁCULOS QUE SALTA AHORA

La que fuera activista de la Marea Blanca no ha olvidado su pasado como semifinalista española de los 100 metros valla pero ahora salta otros obstáculos, "los que pone el PP". Y lo hace contrastando su "política de andar por casa" con la de "ladrillo y cañas" de Ayuso. De hecho, su equipo 'la vende' como "la receta a Ayuso y la vacuna contra la ultraderecha".

Mónica García, que ha ido labrándose un carisma día a día que recuerda los inicios del 'fenómeno Carmena', se despide de los actos, en los que defiende un futuro para Madrid "verde, feminista y de justicia social", llamando a llenar las urnas con "ganas de cambio a un gobierno decente".

"Un voto por cada vez que te has tapado la cara por el bochorno de los políticos; un voto por cada vez que has dejado de ir al médico porque, total, te iban a dar cita dentro de un mes; un voto por cada vez que has llorado yendo o volviendo del trabajo; un voto por cada vez que has salido de casa de noche y has vuelto también de noche", propone antes de despedirse con un "nos vemos en las calles".


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