El monumento del 11-M recupera la normalidad tras el fallo del pasado día 1, cuando se desinfló la membrana interior

Actualizado: domingo, 18 noviembre 2007 13:18

Aquel día, poco después de que se hiciera pública la sentencia por los atentados, casi 30.000 personas visitaron la escultura

MADRID, 18 Nov. (EUROPA PRESS) -

El monumento en recuerdo a las víctimas de los atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid ha recuperado la normalidad después de que un fallo en la presurización de la sala hiciera que el pasado día 1, festividad de Todos los Santos, se desinflara la membrana interior de la estructura, realizada en un material denominado ETFE, derivado del teflón.

La escultura recibió aquel día casi 30.000 visitantes, lo que hizo que las puertas que dan acceso a la sala en la que se pueden leer los mensajes con los que los madrileños homenajearon a los fallecidos en los días posteriores a la masacre, se abrieran en numerosas ocasiones, despresurizándose esta estancia y desinflándose la membrana interior.

Fuentes de Renfe, encargada del mantenimiento básico, la seguridad y la limpieza del monumento, explicaron a Europa Press que la media de visitantes se sitúa entre 2.000 y 4.000 personas al día, por lo que achacaron el problema que se produjo el primer día de noviembre, pocos días después de que se hiciera pública la sentencia del 11-M, al gran incremento de visitas.

Las mismas fuentes señalaron que aquel día falló el mecanismo de una de las puertas de entrada, lo que hizo que la membrana de ETFE perdiera parte de su aire, aunque la incidencia se resolvió durante esa misma noche gracias a un sistema que permite que esta pieza recupere su nivel de presurización mientras el monumento permanece cerrado al público.

Desde que se produjo este incidente, la membrana interior de la escultura diseñada por el estudio de arquitectura Fascinante Aroma a Manzana (FAM), ubicada frente a la entrada del AVE de la Estación de Atocha, en la confluencia del paseo de la Infanta Isabel, la avenida de Ciudad de Barcelona y la calle Alfonso XII, no ha vuelto sufrir ningún problema.

El monumento, inaugurado el pasado 11 de marzo, tres años después de los atentados, está formado por una cúpula cilíndrica de vidrio de 11 metros de altura, visible desde el exterior y que se construyó con unas piezas especiales de 30x20x7 centímetros, las medidas más grandes que este material permite.

La otra parte de la escultura en recuerdo a las víctimas del 11-M, que permanece abierta al público a todos los días de 10.00 a 20.00 horas, es una sala, denominada 'Vacío Azul' y a la que se accede desde la Estación de Atocha, desde donde se puede leer los mensajes que los madrileños escribieron y depositaron en los días posteriores a los atentados en las inmediaciones de las estaciones de Atocha, El Pozo y Santa Eugenia, así como en la calle Téllez. Este espacio está asilado del ruido exterior.

En total, el monumento, cuyo coste de seis millones de euros fue sufragado a partes iguales por el Ministerio de Fomento y el Ayuntamiento, tiene un peso de 160 toneladas y es totalmente transparente e incoloro, ya que los bloques de vidrio macizo fueron pegados unos a otros con un pegamento adhesivo especial.