Nace un humedal de 30 hectáreas en medio de un polígono industrial en Meco

Foto del humedal
UAH/EP
Actualizado: jueves, 3 febrero 2011 13:09

MADRID, 3 Feb. (EUROPA PRESS) -

La Cátedra de Medio Ambiente de la Fundación General de la Universidad de Alcalá (UAH) estudia la evolución de una laguna de más de 30 hectáreas de superficie recién formada en medio de un gran polígono industrial en Meco, en la que se han detectado que ya viven más de 130 especies de aves distintas.

La construcción de la R-2 sacó mucha graba de esta zona del polígono y se dejó casi al descubierto la capa freática de las terrazas del río Henares. Eso coincidió con la construcción y puesta en marcha de la inmensa nave de Inditex. Las aguas pluviales de la nave han ido vertiendo al agujero y de forma natural se ha creado esta laguna, según recoge la entidad regional Madrid+d.

Así, el director de la cátedra, Juan Luis Aguirre, que ha explicado que en invierno se concentran en torno a mil gaviotas al día en la laguna de Meco, ha indicado que este fenómeno no es tan extraordinario. De hecho, enumera otras lagunas de menos tamaño que han aparecido en distintos entornos agredidos por la extracción de tierra, pero lo verdaderamente llamativo es el valor de las especies detectadas en la laguna de Meco.

"Hay lagunas más pequeñas en Arganda y en Azuqueca de Henares (Guadalajara), por ejemplo, pero son más profundas. Lo bueno de esta laguna es que es más superficial y eso propicia la llegada de las aves más interesantes", ha apuntado Aguirre.

En la Cátedra de Medio Ambiente observan desde hace tres años el ir y venir de especies ornitológicas. Aves migratorias que ya han establecido parada en la laguna y otras que, incluso, nidifican. "Las aves acuáticas se adaptan muy bien. Vuelan muy alto, detectan con mucha facilidad las zonas húmedas y rápidamente las colonizan. También las especies vegetales ligadas a estos medios son especialmente eficaces en la colonización", ha asegurado.

De momento, se han registrado más de 130 especies distintas, de las que unas 40 disponen de algún nivel de protección o están en listados de especies amenazadas. Algunas, como el fumarel cariblanco, del que se han localizado 22 ejemplares, no habían criado nunca en la Comunidad de Madrid y otras, como la gaviota reidora, hacía años que no lo hacía.

CULEBRAS Y CORZOS

Las huellas de otros animales, como la culebra o el corzo, auguran un futuro optimista para esta balsa de agua en la que la vegetación no para de crecer y multiplicarse. El problema, según explican los investigadores, es que esta laguna se ubica en un polígono industrial, aprobado en un Plan General de Ordenación Urbana que prevé usos logísticos para esa zona.

La Cátedra de Medio Ambiente ha señalado que ya se ha puesto en contacto con el Ayuntamiento de Meco y con Arpegio, el organismo público de la Comunidad de Madrid propietario del terreno, y ha solicitado que se apruebe un convenio en el que se especifiquen los cambios de uso de suelo necesarios para que la laguna sea respetada en la configuración futura del polígono, o se adopten las medidas necesarias para adecuarla a los espacios verdes y de dotación del nuevo polígono.

La solución, según Aguirre, pasaría por respetar la laguna en su lugar original o trasladarla un poco más hacia el sur del polígono industrial, donde los terrenos están calificados para equipamientos. En este sentido, ha señalado que el Ayuntamiento ya ha dado el visto bueno, apoyando el mantenimiento o traslado de la laguna mientras que Arpegio "lleva meses estudiando el caso, y aún no se ha pronunciado".

Mientras tanto, en la Cátedra de Medio Ambiente Alejandro Aparicio, Carlos Talabante, Gustavo Díaz, Alberto Larrán y Aguirre siguen haciendo trabajo de campo en la laguna. Casi todas las semanas registran nuevas aves que llegan hasta Meco, ajenas al hecho de que alguien, en su día, proyectó en su interior un polígono industrial.