El nuevo convenio de grandes almacenes, rechazado por UGT y CCOO, vincula el salario a las ventas de cada centro

Actualizado: jueves, 31 enero 2013 16:42

MADRID, 31 Ene. (EUROPA PRESS) -

El nuevo convenio colectivo de grandes almacenes, que ha sido rechazado por UGT y CC.OO, pero se ha aprobado con los votos de FASGA y FETICO, vincula el salario a las ventas, de forma que en aquellos centros donde se den "situaciones persistentes de descenso de ventas" podrá llevarse a cabo una "reducción temporal de los salarios base de convenio de hasta un 5 por ciento".

Además, el convenio, al que ha tenido acceso Europa Press, fija las cuantías salariales como "estables para toda la vigencia del convenio", hasta el 32 de diciembre de 2016, para todas las empresas del sector, aunque permite contemplar percepciones superiores en el caso de evolución positiva del consumo.

Esta medida forma parte del 'Pacto Sectorial por el Empleo y el Mantenimiento de la Demanda Interna en un Entorno de Crisis', incluido en el convenio. El pacto prevé además que a partir del año 2015 las partes evaluarán por medio de la Comisión Mixta la evolución del consumo para "en caso de caídas adoptar las medidas necesarias".

"Dado el compromiso por el empleo que se asume por las empresas y sindicatos firmantes en el marco del Convenio, es necesario acometer un tratamiento salarial durante su vigencia que busque tanto favorecer el mantenimiento de los puestos existentes en el sector, como facilitar la generación de nuevos puestos siempre que ello sea posible", argumenta el texto.

Además, el nuevo convenio aumenta la jornada máxima a 1.798 horas, con lo que se espera compensar "el esfuerzo acometido por las empresas en el mantenimiento del nivel retributivo, e incluso su incremento, aún cuando las circunstancias han sido muy distintas a las esperadas al tiempo de la firma del anterior convenio".

El compromiso de mantenimiento de empleo indefinido no alcanza sin embargo a las "empresas con centros de trabajo en crisis", que son las que además pueden recurrir a bajar los sueldos hasta un 5 por ciento. Así, en caso de "descenso anual continuado de ventas a lo largo de los tres años anteriores del 9 por ciento del promedio anual en el citado periodo" o similares caídas de resultados en igual periodo, se justifica la "adopción de otras medidas sobre el empleo".

En tales circunstancias, las empresas aplicarán "preferentemente medidas de flexibilidad interna consistentes en primer lugar en movilidad funcional o geográfica como el cambio de centro con carácter temporal o definitivo", en un perímetro no superior a cincuenta kilómetros desde el domicilio del trabajador cuando estén fuera del área metropolitana.

"Sólo en segundo lugar podrá aplicarse en tales centros una reducción temporal de los salarios base de convenio", precisa el documento, que señala también que "antes de afectar de manera coyuntural o estructural al empleo deberán adoptarse medidas de flexibilidad interna adicionales como la modificación de las condiciones de trabajo", siempre que se respeten las condiciones contempladas como mínimas en el convenio. "Sólo en defecto de acuerdo y agotadas estas medidas las empresas se podrá acudir a medidas coyunturales sobre el empleo", agrega.

"CONGELACIÓN Y REBAJA SALARIAL"

UGT ha rechazado este convenio que supone una "congelación y rebaja salarial". Según ha explicado a Europa Press la secretaria general de la Federación de Comercio, Hostelería, Turismo y Juego de dicho sindicato, María José Tajuelo, el nuevo convenio "liga el salario a los beneficios de un centro de trabajo".

También ha constatado que no hay subida salarial en cuatro años y aumenta la jornada en 26 horas. Asimismo, ha destacado las modificaciones sobre el calendario laboral y las vacaciones que, a su juicio, pueden alterarse en disposición de lo que considere la dirección de cada centro.

"Los calendarios laborales pasan de ser anuales a trimestrales, pudiendo modificar sin necesidad de justificación en el centro de trabajo", ha lamentado.

En cuanto a las vacaciones, ha explicado que se introduce la posibilidad de reducir el periodo de vacaciones de verano de 21 días a 15, si las ventas son un 3 por ciento superiores en los meses de julio, agosto y septiembre al resto del año. Sin contemplar dicha medida, las vacaciones se distribuyen en 21 días de verano y 10 de invierno. Según Tajuelo, hay más de 70.000 trabajadores afectados por este convenio en la Comunidad de Madrid y 230.000 a nivel estatal.