La Orden de San Juan de Dios recurrirá la sentencia que paraliza temporalmente el derribo del Colegio Alemán

Una grua en el patio del Colegio Alemán de Madrid, tras la suspensión cautelar por orden judicial del derribo del centro.
Una grua en el patio del Colegio Alemán de Madrid, tras la suspensión cautelar por orden judicial del derribo del centro. - Eduardo Parra - Europa Press
Publicado: lunes, 22 julio 2019 17:54

MADRID, 22 Jul. (EUROPA PRESS) -

La Orden Hospitalaria de San Juan de Dios recurrirá la sentencia que ordenó el pasado jueves la paralización cautelar urgente de la demolición del Colegio Alemán de Concha Espina, iniciada hace dos semanas.

Según han informado fuentes de la orden a Europa Press, se presentará un recurso "en el plazo que da la Ley" para que puedan continuar las obras. Han señalado que debe presentarse en un plazo de tres días hábiles y han precisado que fue el jueves cuando dictó la resolución el Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 26 de Madrid, por lo que el plazo finalizaría este martes.

La Orden Hospitalaria llegó a un acuerdo con la Embajada de Alemania en Madrid en 2012 por el que se hacía con el terreno y el edificio a partir del traslado del Colegio Alemán a su nueva sede en Montecarmelo en 2015.

El auto de suspensión del derribo estimó la petición de la Asociación Española del Desarrollo Ecológico Sostenible y entiende que se trata de un inmueble de "marcado sentido histórico".

Por su parte, el Ayuntamiento de Madrid también presentará alegaciones, pues entiende que la licencia cumple con todos los requisitos legales, informaron fuentes municipales a Europa Press.

FIRMAS PARA LA PARALIZACIÓN DEFINITIVA DE LA DEMOLICIÓN

Por su parte dos exalumnos del centro han comenzado una petición en la plataforma 'change.org' en la que, de momento, han recabado 1.500 firmas para que se paralice de forma definitiva esta demolición y que el inmueble se catalogue Bien de Interés Cultural (BIC) y garantizar de esta manera su protección.

Según han argumentado en su petición, este inmueble es heredero de la 'Bauhaus', una corriente arquitectónica nacida a principios del siglo XX, y que su desprotección constituye un "agravio comparativo" frente a edificios de la misma zona.

Así, han explicado que no quieren que "un error semejante a la destrucción de la Pagoda de Fisac" o la demolición de la casa Guzmán de Alejandro de la Sota.

"La protección de esta joya arquitectónica es pura coherencia con su inclusión dentro de la zona protegida de los Altos del Hipódromo. No solo eso, el antiguo Colegio Alemán define la historia de la ciudad de Madrid y enriquece su arquitectura con una construcción ejemplar del Movimiento Moderno", ha afirmado Luis Burred, uno de los promotores de esta recogida de firmas.

LA DEMOLICIÓN DEL ANTIGUO CENTRO

La demolición del antiguo Colegio Alemán, ubicado en la calle Concha Espina, comenzó hace dos semanas, según hizo público Asociación Madrid Ciudadanía y Patrimonio, cuya presidenta, Amparo Berlinches, criticó al entender que se desprecia "sistemáticamente la ciudad y su arquitectura".

En los años treinta, el colegio alemán se encontraba en la esquina de la calle Zurbarán con Fortuny, sede del actual Instituto Goethe.

En 1940 las instalaciones ya eran insuficientes para albergar a los 931 alumnos, por lo que en 1959 se colocó la primera piedra del centro en la calle Concha Espina.

El colegio fue diseñado por los arquitectos Alois Giefer y Hermann Mckler bajo la supervisión de Willi Schoebel Ungría.

En 2015 cambió su ubicación y se trasladó a Montecarmelo con una nueva sede que se convirtió en la edificación civil más grande de Alemania en el extranjero.

Actualmente los propietarios del edificio es la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, que querría extender a esta parcela las actividades del Hospital de San Rafael.

Berlinches explicó, en declaraciones a Europa Press, que este edificio se incluía reseñado en la Guía del Colegio de Arquitectos de Madrid y que "el decano anterior dijo que cuando se fuera a tirar un edificio incluido en esta, se daría un tratamiento especial y se procuraría que no se hiciese".

Así, desgranó que querían mantener el "valor estructural" del edificio, por lo que se "podría haber reestructurado los interiores". Berlinches añadió que querían preservar las "decoraciones importantes" como las vidrieras de la capilla del colegio.