MADRID 1 Jun. (EUROPA PRESS) -
Isabel María V.P., una paciente del médico Gerardo Raúl Senderowicz, aseguró hoy que el doctor y su ayudante, María Victoria Bonne, le practicaron dos lipoesculturas y una operación de párpados inferiores en un despacho de la clínica Icema, siendo dada de alta a la hora y media de la intervención.
"Después de la primera operación, el ojo derecho me quedó mal y la lipoescultura no dio los resultados que yo esperaba, por lo que Senderowicz me ofreció una segunda intervención, con la que no conseguí mejoría", explicó la afectada, que compareció en calidad de testigo en la cuarta sesión del juicio al doctor y a su ayudante.
Los acusados se enfrentan a una petición de cuatro años de prisión y seis años de inhabilitación como autores de un delito de homicidio imprudente en la muerte de Débora Catalán, una mujer de 36 años que falleció en la clínica Icema en enero de 2002 tras someterse a una liposucción.
OPERADA EN UN DESPACHO
A lo largo de su declaración, Isabel María V.P. explicó que acudió a la clínica de Senderowicz con el objetivo de realizarse una lipoescultura y apuntó que fue el doctor quien le propuso operarse los párpados y someterse a un levantamiento de cejas.
Detalló que, tras ser citada un sábado por la tarde en la clínica Icema, los procesados y dos personas más la introdujeron en un despacho en el que había una camilla, le marcaron con un rotulador las zonas a tratar, la sedaron y le practicaron la operación que había solicitado.
"La intervención duró hora y media. Me dieron de alta inmediatamente y me enviaron a casa con una faja y unas gotas para los ojos. Allí no tenían sala de curas", apuntó la testigo que especificó que la auxiliar del procesado, Covadonga B.M., le llamaba cada media hora para preguntarle si necesitaba asistencia médica.
Isabel María V.P. aseveró que la primera intervención no dio el resultado que esperaba, por lo que se sometió a una segunda operación, que tampoco llegó a buen fin. Por este motivo, entabló conversación con el imputado que le recomendó operarse una tercera vez.
Finalmente, la declarante señaló que el encausado le advirtió de los posibles riegos que podría sufrir durante la intervención y subrayó que si ha denunciado su caso ha sido para que no la dejaran "tirada". "A mí el dinero no me importa, lo que quiero es quedar bien", sentenció.
NO TENÍA SEGURO
En la jornada de hoy también testificaron dos responsables de la compañía aseguradora de Senderowicz, Uniteco seguros, quienes expusieron en la sala que cuando ocurrió la muerte de Débora, el inculpado no tenía su seguro en regla porque faltaba un pago debido a un error bancario.
Al término de la sesión, la partes elevaron a definitiva sus informes de conclusiones iniciales. Tanto el fiscal como las acusaciones particular y popular, ésta última ejercida por la Asociación del Defensor del Paciente (ADEPA), reclamaron cuatro años de prisión y 6 de inhabilitación para los imputados, mientras que las defensas solicitaron la libre absolución de sus patrocinados.
El juicio al doctor Senderowicz y a su ayudante continuará mañana en el Juzgado de lo Penal número 21 de Madrid con la lectura de los informes finales, por lo que quedará visto para sentencia.