MADRID 21 Feb. (EUROPA PRESS) -
El alcalde de Móstoles, Esteban Parro, ha adelantado este lunes que, de repetir en el Ayuntamiento, incidirá en la próxima legislatura en la inclusión social después del "éxito"cosechado por el restaurante para desempleados, una iniciativa que por un precio simbólico -un euro para los mayores de edad y gratuito para niños y jóvenes-- da de comer a aquellos empadronados en el municipio que demuestren su condición de parados.
Así lo ha detallado en la comparecencia en el Senado promovida por el Grupo Popular sobre las consecuencias de la crisis en las ciudades. Con este restaurante ciudadano de 400 metros cuadrados -que será explotado por una empresa privada una vez que pase este difícil momento económico-- se trata de aplicar el "significado de familia" al tiempo que "ejemplifica la solidaridad de los mostoleños".
"Los mostoleños se comportan como una gran familia en momentos de necesidad", ha destacado el primer edil después de explicar que el restaurante cuenta con toda una red de voluntarios -únicamente el cocinero está contratado-- y cuya comida procede de las donaciones de alimentos no perecederos aportados por los vecinos, así como por sus ayudas económicas personales.
Lo que Parro ha puesto en valor con esta iniciativa es que el perfil de la pobreza ha cambiado. Y es que ahora, como ha relatado, se puede encontrar rebuscando entre los deshechos de los cubos de basura a "un hombre de mediana edad, bien vestido, con hijos". En este horizonte negro también ha incorporado a los jóvenes "con formación de primer orden" que se ven destinados al paro, a las mujeres que ven imposible su vuelta al mercado laboral, a los profesionales de éxito que lo han perdido todo, a los empresarios que se ven obligados a cerrar sus negocios y a familias amenazadas con órdenes de desahucio.
"Sé que de toda crisis se sale, por eso les digo (a estas personas) que tienen que observarlo todo desde la temporalidad", ha declarado para, a renglón seguido, exigir a los padres que den a sus hijos una apariencia de normalidad que pasa por el hecho de que tienen que seguir acudiendo a los colegios y restantes centros educativos. "Que tengan una vida normal aunque ahora tienen que saber que se les acabó el chollo de las marcas", ha puesto como ejemplo el regidor.
En definitiva, la crisis ha golpeado a la clase media y ha transformado completamente la visión que tenían de la vida, un cambio de perfil en la exclusión social que ha cambiado "en sólo algunos meses". De ahí que el Ayuntamiento optara por "la imaginación y las iniciativas singulares", representadas por el restaurante ciudadano. Esta idea, y según una encuesta mencionada por el alcalde, ha sido arropada por un 95 por ciento de la población mostoleña.
Después de recordar que Móstoles es la segunda ciudad más poblada de la Comunidad de Madrid y que su tasa de paro (11,8 por ciento) está por debajo de la media nacional (20,3), Esteban Parro ha desgranado que ahora son varios los grupos demandantes de los servicios sociales municipales. El primero es el que era el común hasta ahora, el liderado por los sin hogar, pero ahora hay que añadir a aquellos ciudadanos que tienen que acudir a ellos por el fin de la prestación de desempleo.
Parro no ha querido cerrar su intervención sin reclamar más recursos y competencias para los ayuntamientos. Y es que no ha dejado pasar por alto que el Consistorio es la puerta a la que llama la ciudadanía en primer lugar, independientemente de que no siempre le correspondan determinados servicios.
"Los servicios sociales es una competencia dada desde el Ayuntamiento pero sus gastos están diversificados entre los ministerios y las consejerías, de modo que cuando llegan (al Consistorio) esos recursos son más escasos de lo que eran inicialmente", ha subrayado el 'popular'. Parro ha asegurado que el Ayuntamiento financia el 40 por ciento del gasto impropio de los Servicios Sociales "en detrimento de otras áreas que también lo necesitan, endeudándose o tomando decisiones no deseadas como retirar algunas ayudas por su difícil sostenimiento".