MADRID, 22 May. (EUROPA PRESS) -
La representante de la Fiscalía de Madrid ha mantenido este miércoles la petición de seis años de prisión para un acusado por un delito de abusos sexuales que habría cometido en diciembre de 2009 contra una joven con discapacidad intelectual en unos de los baños del Hospital Ramón y Cajal de Madrid.
El procesado Germán del Socorro R.S. se ha sentado en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial de Madrid por presuntamente abusar de la joven, quien se encontraba por esas fechas en el hospital para cuidar a su hermana durante su ingreso hospitalario.
En su turno a la última palabra, el hombre ha defendido su inocencia y ha asegurado que jamás ha abusado de nadie, recordando que tiene muchas mujeres en su familia y que nunca haría eso a una mujer. "Nunca he cometido ese error", ha asegurado el hombre, que era un conocido de la familia de la víctima.
Tras la práctica de la prueba, la fiscal ha elevado a definitiva su acusación al considerar acreditados los hechos que se le imputan y ha destacado que el acusado se aprovechó de que la joven padece un retraso mental para cometer sus fechorías. "Su capacidad de consentimiento estaba mermada", ha dicho.
En este sentido, ha aludido a la pericial psicológica en la que se ha asegurado que la mujer tiene un coeficiente intelectual menos a un 65 por ciento, lo que hace que tenga una capacidad intelectual de una niña de seis años.
De igual modo, la abogada de la acusación particular, Carmen Carcelén, se ha adherido a la petición de la fiscal y ha compartido sus argumentos, incidiendo en que la mujer no tiene capacidad para saber lo que estaba haciendo.
Frente a ello, la abogada defensora ha solicitado su libre absolución al no quedar acreditados los hechos y ha criticado que las pruebas de cargos estén sujetas por pinzas. Además, ha asegurado que la víctima ha incurrido en numerosas contradicciones desde que se iniciaron las investigaciones.
Según su declaración, la joven relató que Germán le convenció para ir a los servicios públicos para mantener relaciones sexuales sin su consentimiento, Además, contó que no era la primera ocasión en la que sufría abusos por parte del acusado.
Asimismo, la víctima aseguró ante el tribunal que después de las relaciones sexuales el hombre se fue a una farmacia y compró una píldora para que se la tomara, sangrando después de ingerir la pastilla-