El PSM dice que si empresas y trabajadores de limpieza no llegan a un acuerdo Botella debe "remunicipalizar" el servicio

MADRID 15 Nov. (EUROPA PRESS) -

La secretaria de organización del Partido Socialista de Madrid (PSM), Maru Menéndez, ha dicho este viernes que el conflicto de la limpieza no puede resolverse trasladando a la empresa Tragsa el control de los servicios mínimos y que "si la empresa no cede" para llegar a un acuerdo con los trabajadores, la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, "debe adoptar la medida de remunicipalizar el servicio de limpieza".

Así lo ha manifestado en la rueda de prensa ofrecida tras la reunión de la Comisión Ejecutiva Regional de la organización, donde los socialistas madrileños han puesto de manifiesto su "total apoyo" a los trabajadores de limpieza viaria de la capital.

"Nos parece que la alcaldesa de Madrid debería haber dimitido ya", ha dicho Menéndez, quien ha afirmado que la gestión de Botella se caracteriza por "la irresponsabilidad, la insensibilidad y la incompetencia". Asimismo, ha señalado que "tres hitos marcan el fracaso de Madrid para el PP: la tragedia del Madrid Arena, los Juegos Olímpicos y la huelga de limpieza".

Todo ello, a su juicio, es "más que suficiente para que Botella hubiera dejado ya el paso a la responsabilidad a otra personas en un ayuntamiento tan importante como la capital".

Además, según Menéndez, la alcaldesa sabía que las empresas no iban a subrogar a todos los trabajadores, ya que los pliegos de condiciones solo establecen los estándares de calidad del servicio, dejando la decisión de los medios necesarios para cumplirlos a las empresas.

"Volvemos a hacer un llamamiento para que la alcaldesa asuma su responsabilidad. No se puede tener la ciudad como está en estos momentos y, desde luego, no se puede permitir que 1.100 trabajadores se queden sin puesto de trabajo y el resto con un recorte brutal del 40 por ciento".

En este sentido, ha aseverado que Botella "tiene la obligación de buscar una solución para este conflicto", que dura ya diez días y que supone un "grave perjuicio para la imagen y el desarrollo futuro de la capital, y que "le corresponde buscar una salida negociada entre las partes".