Sotillos (PSM): "No cabe hablar de vencedores y vencidos"

Tomás Gómez y Eduardo Sotillos
PSOE
Actualizado: martes, 5 octubre 2010 17:12

"Un rasguño no es una herida, no impide estrechar la mano de quien la usó para introducir una u otra papeleta", afirma

MADRID, 5 Oct. (EUROPA PRESS) -

El secretario de Comunicación del PSM, Eduardo Sotillos, ha celebrado hoy comprobar el cierre de filas producido en el PSOE después de la victoria del secretario general del PSM, Tomás Gómez, en las primarias del pasado domingo, y ha destacado que entre compañeros de partido "no cabe hablar de vencedores y vencidos".

"Nuestra mejor tradición, la primera lección que aprendí cuando ingresé en el PSOE, se traducía en la norma de que los debates internos habrían de ser lo intensos y sinceros que hiciera falta, pero que, cuando se votaban nombres y resoluciones, todos pasaban a asumir el resultado decidido por la mayoría", destaca Sotillos, que recalca que esa regla fue determinante para conseguir los mayores éxitos electorales tanto en los mandatos de Felipe González como en el tiempo de José Luis Rodríguez Zapatero.

Recuerda, por "oportuno"la eficacia del 35 Congreso del PSOE "con nada menos que cuatro opciones" y en el que apenas nueve votos de distancia bastaron para que un diputado leonés pasara a ser, primero, el líder indiscutible del PSOE, y más tarde el Presidente del Gobierno de España.

Así, sostiene que "un rasguño no es una herida: tarda muy poco tiempo en desaparecer de la epidermis, y no impide estrechar la mano de quien, soberanamente -al fin, soberanamente en Madrid-, la utilizó para introducir una u otra papeleta. Las dos, con el símbolo del puño y la rosa".

En un artículo titulado "Más cerca de ganar Madrid" publicado en la web de la Fundación Sistema, Sotillos recalca que el reto, ahora, es "conquistar para la izquierda la Comunidad de Madrid", al tiempo que recuerda su absoluta convicción en la necesidad de cerrar filas en torno al futuro candidato.

El responsable de Comunicación del PSM celebra que las primarias, que se intentaron presentar como un grave riesgo para las expectativas del socialismo madrileño, "parecen constituir hoy un elemento de unidad y fortaleza interna".

Destaca que por el espinazo de la militancia ha circulado durante dos meses "una corriente vigorizadora de protagonismo a la hora de tomar decisiones" y las agrupaciones han recuperado la que debiera ser siempre su "principal misión: ser escenario de debates y libre circulación de opiniones". "La sociedad española ha mirado con un interés extraordinario lo que sucedía en un colectivo de 18.000 personas, seguramente porque era un símbolo de lo que se viene reclamando para el conjunto de la política española: la apertura a la autenticidad, la apuesta por la democracia, la competición abierta para la selección de los mejores representantes de unas ideas", ha manifestado.

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