Uso del transporte público, telesilla, prohibición de coches, e, incluso helicópteros, medidas especiales para la penúltima etapa
Javier Guillén: "El reto es que todo salga bien, y luego poder volver"
MADRID, 27 Jul. (EUROPA PRESS) -
La ascensión al Alto de Guarramillas en Navacerrada (Madrid), popularmente conocido como 'Bola del Mundo', en la vigésima etapa de la Vuelta ciclista a España de 2010, que se disputará el sábado 18 de septiembre con salida desde San Martín de Valdeiglesias sobre 172,1 kilómetros, tendrá el mínimo impacto sobre el Medio Ambiente.
Así lo han asegurado el viceconsejero de Deportes de la Comunidad de Madrid, Javier Hernández, y el director general de la Vuelta, Javier Guillén, en el acto de presentación de la etapa, que se denominará 'Siete Estrellas de la Comunidad de Madrid', debido al patrocinio de la misma por parte del Gobierno regional.
Al acto, celebrado en la sede de la viceconsejería de Deportes, asistieron también la Directora General de Deportes de la Comunidad de Madrid, Carlota Castrejana, el ex ciclista y actual Director Técnico de la Vuelta, Abraham Olano, los ex ciclistas Eduardo Chozas y Miguel Ángel Martín de Perdiguero.
El director general de la Vuelta tuvo un emotivo recuerdo para el desaparecido Enrique Franco, ex director general de Unipublic, que tenía el anhelo de poder celebrar esta ascensión a la Bola del Mundo, y explicó la génesis de la misma, que se remonta a dos años atrás en una comida con el alcalde de la Granja de San Ildefonso.
Asimismo, Javier Guillén agradeció a Hernández su colaboración para la celebración de esta etapa en la sierra madrileña. "Tiene mucho protagonismo. Todo lo vamos a hacer con una misión: primero, que salga bien, y luego, el reto es volver", apuntó el máximo responsable de la ronda española.
Para ello, los organizadores han previsto que no suba al puerto ningún vehículo de cuatro ruedas, que la infraestructura en la meta sea "muy básica", la instalación de numerosas papeleras para el reciclado de residuos, y el empleo de 'Brigadas de Limpieza' que trabajarán el día de la etapa y los dos siguientes.
La asistencia técnica se hará con motos y se habilitarán también equipos de pie a tierra y el traslado de los corredores se podrá agilizar con el uso del telesilla que conecta la Bola del Mundo con el aparcamiento de Navacerrada. "Se podría bajar a los ciclistas con helicópteros, pero esto es sólo una posibilidad", apuntó.
UN PUERTO SIMILAR AL ANGLIRU Y MORTIROLO
Con 22 kilómetros de ascensión, un desnivel de 1.352 metros, una pendiente máxima del 22 por ciento y un promedio del 6,3, la Bola del Mundo será la 'cima Alberto Fernández' -la más alta- de la próxima edición de la Vuelta y comparable a otros colosos como el Angliru o el Mortirolo.
Antes de ascenderse el Alto de Guarramillas, el pelotón habrá subido el Alto de la Cruz Verde, de tercera, el Alto del León y de Navacerrada, ambos puntuables de primera, para acabar sobre el ínedito puerto madrileño, cuyos últimos 3 kilómetros no están asfaltados y tan sólo cubiertos por una irregular capa de hormigón.
"Espero una etapa espectacular. Ojalá nadie pinche. Pinchar entra dentro de la ideosincracia del ciclismo. Espero que nadie pare, que no haya pinchazos ni caídas", señaló Guillén sobre la polémica sobre el 'juego limpio' alimentada en el pasado Tour de Francia sobre las averías.
Por su parte, Javier Hernéndez dijo que presentaban una etapa que no sabe si será la "etapa reina, pero sí que será determinante para el triunfo en la Vuelta". "Hubiera estado bien que estuviera Alberto Contador, pero estarán los hermanos Schleck y Menchov", indicó.
