MADRID 18 May. (EUROPA PRESS) -
Los taxistas en Madrid, cuando el usuario no conoce el camino, tienden a hacer rutas más largas con la excusa de que son más rápidas, y al final, según denuncia la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), "sólo salen más caras", según se desprende de un estudio presentado por la organización hoy.
Dicho informe, que ha analizado 193 trayectos agrupados en tres recorridos (carrera corta, intermedia y larga) en 13 provincias españolas, entre ellas, Madrid, recoge que estos vehículos realizaron 523 infracciones, de las cuales, 39 se registraron en Madrid (24 faltas leves, 11 graves y 4 muy graves).
Precisamente, Madrid es junto con Sevilla (61) y Bilbao (49), una de las provincias que más faltas registran, mientras que Oviedo, A Coruña y Zaragoza, con 28 faltas, 27 y 17 respectivamente son las que menos infracciones del reglamento u ordenanzas cometen en sus recorridos, en su mayoría, todas leves.
A la hora de registrar dichas faltas, se ha tenido en cuenta que un mismo taxi pueda cometer varias por un mismo concepto: cuando se han contado 4 faltas leves, se ha añadido en dicho estudio una grave. Madrid lidera las faltas en rodeos (siete infracciones) y en cobro abusivo (cuatro) si bien es Sevilla la provincia que más faltas tiene en este último capítulo (seis).
El estudio recoge que en Madrid también se han contado ocho faltas por no estar identificado el taxi o el taxista, dos por el comportamiento del conductor, tres por la bajada de bandera antes de tiempo, y 14 por defectos en los recibos. En este último punto, desde la OCU recuerdan que el recibo oficial debe estar numerado y llevar impresa o troquelada la licencia, o bien salir ya impreso del taxímetro.
Si está completo, dicho recibo tiene que incluir, según recuerda la OCU, los datos del taxista, la fecha y hora, el importe con suplementos, y el origen y el destino. En el estudio, sólo se encontraron con 23 recibos completos en todas las provincias, e incluso, llegaron a ver uno falso en el que se había eliminado el número de licencia.
En cuanto a la bajada de bandera, señalan que lo lógico es que el taxista espere a que le indiquen el destino y se asegure de saber cómo llegar antes de dejar correr el taxímetro. En ciudades como Madrid, Málaga, Palma de Mallorca, Santa Cruz de Tenerife o Valencia tienen ordenanzas que así lo exige.
Comparando el coste de una serie de carreras estándar, la OCU también ha detectado un incremento medio del 58 por ciento respecto al año 2001 en el precio de la tarifa. La bajada más cara se produce en Santa Cruz de Tenerife (2,15 euros), Madrid (2,05 euros) y Barcelona (2 euros), pero en estas ciudades no hay carreras mínimas.
En cuanto al kilómetro, los usuarios madrileños lo pagan a 0,98 euros, los más caros del estudio, mientras que en Bilbao y Tenerife, es el más económico (0,66 euros y 0,54 euros respectivamente). En el resto de ciudades, el kilómetro oscila entre 0,7 y 0,96 euros.
La OCU considera que, a la vista de los datos obtenidos, hay ciudades como Sevilla, Bilbao o Madrid, "donde los abusos son más frecuentes". La organización afirma que es difícil reclamar y exige a las autoridades locales que extremen la vigilancia para acabar con las prácticas que perjudican al consumidor y a los profesionales "honestos" del sector.
La organización aconseja a los usuarios del taxi que comprueben las tarifas actualizadas con los suplementos, que puedan ver con claridad el taxímetro al entrar en el vehículo, que den instrucciones a los conductores sobre la ruta y que comprueben el recibo, al finalizar la carrera. También recuerdan que existe el libro de reclamaciones, y que es obligatorio que el taxista lo lleve.