MADRID, 6 Nov. (EUROPA PRESS) -
Antonio Joaquín G.A., acusado de tirotear a un atracador cuando robaba en una óptica próxima a la cafetería que regentaba en Fuenlabrada, aseguró hoy en el juicio que se celebró en la Audiencia Provincial de Madrid que el disparo se produjo de manera accidental en el transcurso de un forcejeo que mantuvo con la víctima para intentar reducirle.
"Yo no he disparado a nadie ni he tenido un arma de fuego en mi vida", manifestó el procesado, que se encuentra en libertad provisional y para quien la fiscal solicitó ocho años de prisión por un delito de homicidio en grado de tentativa y otro de tenencia ilícita de armas.
Al término de la práctica de la prueba, la representante del Ministerio Público modificó su calificación jurídica inicial de siete años de cárcel por intento de homicidio, al incluir en la acusación el delito relativo a la tenencia ilícita de armas. No obstante, el arma utilizada no se ha localizado hasta el momento.
Los hechos se remontan al 17 de septiembre de 2005, cuando alrededor de las 07.30 horas Antonio se encontraba en el interior de la cafetería de su propiedad, llamada 'Centro' y situada en el número 29 de la calle Francisco Javier Sauquillo.
Una de las empleadas del bar le avisó de que estaban robando en la óptica situada al lado de la cafetería. Entonces, el acusado salió a la calle portando una pistola semiautomática y sorprendió al atracador cuando se disponía a salir por un hueco que previamente había hecho en la luna de la óptica.
El encausado instó al atracador de la óptica a que se estuviera quieto, lo que Roberto Carlos ignoró, tratando de huir del lugar. En ese momento, el procesado le disparó con el arma, alcanzándole la bala en la fosa renal derecha.
DELINCUENTE CONOCIDO EN LA ZONA
En su declaración, Antonio explicó que a Roberto Carlos "se le conocía en la zona por cometer varios robos" y relató cómo ese día una de sus empleadas le alertó de que estaba "merodeando" entre los contenedores de basura, por lo que salió fuera para ver lo que pasaba. Entonces, se percató de que estaba robando en la óptica, a unos 20 metros de su bar.
Según su versión, el hombre salió de la óptica por un agujero que había hecho, portando en la mano izquierda una bolsa con gafas y en la derecha una pistola. "Hubo un forcejeo. Sonó una detonación y salió corriendo", detalló Antonio, que especificó que agarró al atracador por detrás, retorciéndole el brazo por la espalda.
Frente a este relato, la víctima sostuvo que ese día se encontraba en las inmediaciones de la cafetería dirigiéndose a un pub de un amigo, cuando vio una bolsa con gafas al lado de la óptica. "Fui a coger la bolsa y este señor sin mediar palabra me pegó un tiro a quemarropa. Corrí 200 metros y me desplomé", relató.
Asimismo, el agredido, que actualmente se encuentra en prisión por otra causa relacionada con un robo con intimidación, negó haber robado en la óptica y haber forcejeado con Antonio.