Tribunales-La familia del joven asesinado en Joy Eslava pide ampliar la acusación a los responsables de la discoteca

Actualizado: miércoles, 18 julio 2007 16:07

El marroquí Rachid Taichi mantuvo una discusión con Roberto García, en cuyo transcurso le asestó una puñalada que acabó con su vida

MADRID, 18 Jul. (EUROPA PRESS) -

La familia de Roberto García Grimaldos, el joven asesinado el 26 de diciembre de 2005 en la discoteca madrileña Joy Eslava, ha solicitado a la Audiencia Provincial de Madrid que amplíe la acusación contra los responsables del local, en concepto de responsables civiles subsidiarios.

En un escrito, al que tuvo acceso Europa Press, la acusación particular justifica la petición en la Ley de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas de la Comunidad de Madrid, que establece la obligatoriedad de los titulares de locales de Espectáculos Públicos de garantizar la seguridad de los clientes y sus bienes.

Por estos hechos, el fiscal reclama 13 años de prisión para Rachid Taichi, el presunto autor del apuñalamiento que provocó la muerte del joven. El acusado, de nacionalidad marroquí, se enfrenta también a una petición de indemnización de 120.000 euros que deberá pagar a la familia.

El homicidio, que será juzgado el próximo otoño, se remonta al 26 de diciembre cuando los amigos de Rachid iniciaron alrededor de las 3:30 horas una discusión verbal, con empujones, con el grupo de Roberto que celebraba un cumpleaños. Los servicios de seguridad intervinieron y llevaron a Rachid al cuarto de baño para tratar de tranquilizarle.

Al salir de los aseos, el procesado vio a Roberto en la escalera y le lanzó "una mirada desafiante", que fue correspondida por el joven. En ese momento, comenzó un forcejeo entre ambos y Rachid asestó una puñalada a Roberto en el abdomen con una navaja que portaba. La agresión le seccionó la arteria iliaca interna, que le provocó la muerte a causa de una hemorragia masiva.

SERVICIO DE SEGURIDAD

En su escrito, la acusación particular argumenta que el día del asesinato la Joy contaba con servicio de seguridad y con cámaras que grababan el control de acceso al local. Por ello, se queja de que la seguridad no desalojara a los jóvenes cuando se produjo el primer altercado, así como que no controlaran que el grupo de Rachid no portara armas.

"Había indicios de que algo pudiera ocurrir. Pudieron evitarlo y no lo hicieron, por lo que la responsabilidad por las consecuencias lesivas del delito debe alcanzar a sus empleadores de forma subsidiaria con respecto a la responsabilidad directa del acusado", señala.

De este modo, los familiares del fallecido reclaman que se extienda la imputación a las mercantiles Amanece en Madrid, S.L. y Canelas Cincuentas, S.L, ambas empresas propietarias de Joy Eslava.

IMPUTADO EN EL 11-M

Rachid, que se encuentra en prisión por el asesinato, fue detenido el 29 de diciembre de 2006 en las inmediaciones del Parque Atenas, de Madrid, en el vehículo que conducía su novia. El joven tenía entonces 18 antecedentes policiales por robos violentos, delitos contra las personas y contra la salud pública, y había sido expulsado de España hace siete meses.

En su declaración judicial, el encausado aseguró al titular del Juzgado de Instrucción número 18 que Roberto quiso agredirle con un cuchillo y él intentó defenderse del ataque sujetando el arma por el filo.

Se da la circunstancia de que a Rachid se le vinculó con Jamal Ahmidan "El Chino" y con la trama de explosivos que se utilizaron para los atentados de los trenes de cercanías de la capital. Así, el juez de la Audiencia Nacional, Juan del Olmo, le tomó declaración, pero no acordó ninguna medida cautelar contra él por no apreciar indicios de su vinculación a los atentados.