MADRID, 18 Jun. (EUROPA PRESS) -
La familia de Sandra Palo, la joven violada y asesinada brutalmente por cuatro jóvenes en mayo de 2003, solicitó hoy al Juzgado de Menores número 7 de Madrid que imponga a R.G.F., conocido como "Rafita", uno de los menores condenados por participar en la muerte de la joven, una orden de alejamiento y que se le someta a un control judicial quincenal durante el cumplimiento de los tres años que le impuso el juez de menores bajo el régimen de libertad vigilada.
"Rafita", alias "El Pumuki", abandonará el próximo 27 de junio el centro de rehabilitación de menores de Renasco, en Carabanchel, tras cumplir los cuatro años de internamiento que le impuso el juzgado, cuya sentencia incluía también el cumplimiento de tres años en libertad vigilada. Antes de su salida, el juez deberá acordar las reglas de conducta, el tiempo y el modo en que tendrá que cumplir esta medida.
La petición de la familia de la joven se produjo durante una vistilla celebrada esta mañana en el citado juzgado, en la que se comunicó a "Rafita" su próximo cumplimiento de la pena bajo el régimen cerrado de libertad vigilada, así como las medidas propuestas por las partes personadas en la causa para cumplirlo.
Tanto la Fiscalía de Menores como la defensa del joven señalaron que harán suyo el informe del centro de menores de Renasco que establecerá en los próximos días el régimen más conveniente para "Rafita" a la hora de cumplir este periodo.
Además de la orden de alejamiento y el control judicial, el abogado Jesús Garzón, que representa a la familia de Sandra Palo, solicitó al juez que "El Pumuki" se atenga durante el tiempo en el que permanezca bajo esta situación a un régimen de formación mediante la asistencia a diferentes cursillos, de cara a su reinserción social.
Asimismo, el letrado pidió que el joven sea trasladado fuera de la Comunidad de Madrid, aunque previsible irá a un piso tutelado fuera de la península, posiblemente a Canarias, como ya adelantó el pasado jueves la propia madre de Sandra Palo, María del Mar Bermúdez, tras reunirse con el consejero de Justicia, Alfredo Prada.
CABIZBAJO ANTE EL JUEZ.
Tras la comparecencia, el abogado de la familia de la víctima señaló a los periodistas que "Rafita" estuvo durante toda la vistilla cabizbajo, "con la cabeza mirando siempre al suelo y sin mirar al juez". "No se le veía arrepentido, pero sí con un poco de miedo", describió el letrado, que añadió que el joven no se mostró en ningún momento "ni prepotente, ni por encima de las circunstancias".
El Juzgado de Menores 7, encargado de ejecutar las sentencias, y la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Madrid denegaron la petición del abogado de "Rafita" para modificar el cumplimiento final del régimen de internamiento por régimen semi-abierto.
El letrado solicitó esta medida el pasado mayo en virtud de la Ley que permite que la ejecución de la medida de internamiento pueda ser dejada sin efecto o sustituida por la otra atendiendo a la evolución del menor.
A LAS PUERTAS DEL CENTRO.
María del Mar acudió el pasado martes a primera hora de la mañana al centro de menores al creer que "El Pumuki" saldría ese día, pero la directora de la Agencia de Reeducación del Menor Infractor, Carmen Balfagón, le notificó que abandonaría el lugar el 27 de este mes.
La madre de la joven ya ha anunciado que volverá ese día a las puertas del centro para ver el rostro del "individuo", como ella lo llama, que participó en el cruel asesinato de su hija, cuyo cadáver apareció carbonizado en un descampado de la carretera de Toledo.
Un día antes de su salida, está previsto una concentración en la madrileña Plaza de Colón, promovida por la familia de la joven, para reivindicar la modificación de la Ley del Menor, con el fin de endurecer las penas por delitos graves para evitar casos como el de "Rafita".