MADRID 28 Sep. (EUROPA PRESS) -
Los vecinos de la céntrica plaza del Conde de Barajas emplean vallas de obras para sustituir la falta de cuatro bolardos, y todo para intentar que los coches no accedan a esta zona histórica y peatonal, denunció hoy el Grupo Municipal de Izquierda Unida.
Y es que, como señalan, los vecinos del entorno se tienen que "buscar la vida" para evitar que los coches transiten por la plaza del Conde de Barajas "a escasos centímetros de los niños o de los usuarios de las terrazas. IU denuncia que todo responde a la "negligencia del Ayuntamiento", que ha llevado a los vecinos a "azuzar la imaginación para suplir con sus ingenios el nulo caso que les hacen".
La coalición de izquierdas recordó que el Ayuntamiento repuso los bolardos "después de años de reclamaciones y quejas" pero, después de que hayan sido arrancados de nuevo, "ya han desistido". De ello se derivan "consecuencias lamentables", como coches que pasan a escasos centímetros de las terrazas e incluso algún que otro conductor que se baja y quita la silla que le molesta.
"También en más de una ocasión tienen que aguantar, mientras sus hijos juegan o pasean al perro, cómo alguien hace sonar su claxon para que se retiren y él pueda pasar con su vehículo y eso a pocos metros de la Plaza de la Villa y aún a menos metros de una patrulla de la Policía Municipal situada a diario en la plaza aledaña de Puerta Cerrada", esgrimen desde IU.
La formación asegura que la situación es similar en la plazuela del Conde de Miranda, donde los propios vecinos pusieron una cadena y ahora "es parking privado para los afortunados que tienen la llave del candado", o en la plaza de la Paja, donde llevan bajados los dos bolardos "durante meses sin que las llamadas ni quejas sean atendidas".
El portavoz de Movilidad de IU, Ángel Lara, resume la situación. Es la de "impotencia por parte de los vecinos y de impunidad por parte de los conductores". "Es igual que llames porque, o no se atiende la llamada, o no se soluciona el problema", aseveró tras subrayar que el centro "vive en un caos consentido por el equipo de Gobierno sin que, por supuesto, estos problemas los solucione que un día al año el alcalde vaya a su despacho en bicicleta eléctrica".