MADRID, 5 Abr. (EUROPA PRESS) -
Los vecinos de la localidad madrileña de Morata de Tajuña realizaron ayer por la noche el último ensayo general antes de la representación de la XXI edición de la Pasión de Jesús que se celebrará hoy y que, tras ser declarada de Interés Turístico Nacional, goza de gran acogida reuniendo a cerca de 20.000 espectadores cada año.
La Pasión consta de un recorrido por gran parte del centro de la población en el que se llevan a cabo diez paradas significativas atendiendo a cada uno de los momentos clave de los últimos días de la vida de Jesucristo. Recorrido que, durante este último ensayo, las más de 200 personas que participan han hecho por completo.
Así, a lo largo de tres horas, se interpreta el sermón de la montaña, el milagro de los panes y los peces, la resurrección de Lázaro, la curación del ciego, la entrada en un borrico en Jerusalén, la traición de Judas, la última cena, la oración en el huerto, las negaciones de Pedro, el juicio de Pilatos, el ahorcamiento de Judas, la muerte de Cristo en la cruz y la resurrección.
En declaraciones a Europa Press, el Jesucristo oficial de Morata de Tajuña, Fernando Mora, señaló que lleva ya 16 años realizando el papel de Salvador aunque antes ya hizo cuatro años de ladrón, y explicó que, para él, "es un gran orgullo y una satisfacción" poder desempeñar cada año su papel.
"Es un sentimiento muy difícil de explicar, son muchas circunstancias que se juntan y cada escena supone una emoción diferente, en cierta forma nos transformamos en lo que hacemos y en cada escena se vive un momento especial", indicó.
Preguntado acerca de qué puntos de la obra deben perfeccionar y pulir durante este último ensayo, comentó que "problemas grandes no hay", aunque sí que matizó que les inquieta la actuación de los romanos porque son muchos. "Pero todos llevamos muchos años y cada uno sabe lo que tiene que hacer", apostilló.
LA BÚSQUEDA DEL REALISMO
Además de los actores que intervienen, en la Pasión de Jesús cobra gran importancia todo el aparato logístico y los técnicos que se encargan de conseguir un atrezzo acorde a la época, un maquillaje realista, una buena escenografía, una iluminación adecuada a la noche y unos efectos especiales que enriquezcan cada momento álgido.
Asimismo, los propios actores están obligados a no utilizar postizos, motivo por el que la mayoría de los apóstoles y el propio Jesucristo deben dejar de afeitarse desde las Navidades para conseguir una buena barba acorde al personaje. "Yo el pelo ya ni me lo corto, estoy todo el año con el pelo largo", señaló el actor que interpreta a Cristo.
Otro de los actores que en su caso hace del apóstol Tomás, "el incrédulo", José Luis, recalcó que lleva 16 años representando La Pasión y aseguró que le gusta porque "le da popularidad al pueblo y hace que el resto de España conozca Morata". "Es algo que se lleva en el corazón, se siente, cada vez que hacemos un ensayo, a pesar de sabérmelo de memoria, me quedo atontado y me emociono", subrayó.
Además, el actor que interpreta al personaje bíblico de Bartolomé, aconsejó que las personas que se acerquen a ver la representación "si quieren verlo todo bien" deben asistir dos o tres años seguidos porque "de tanta gente que viene, cuando sales de un escenario, si quieres ir a otro te encuentras con que ya está hasta arriba". "Hay que ir saltándose estaciones para poder ver tres o cuatro bien", comentó.
