Actualizado 30/09/2007 14:35

Economía/Motor.- El admimistrador concursal ve indicios de que Delphi ya se planteaba cerrar Puerto Real en 2005

MADRID, 30 Sep. (EUROPA PRESS) -

El administrador concursal de Delphi Automotive Systems España (DASE) ha identificado determinados indicios que apuntan a que la compañía se planteaba ya en el año 2005 el cierre de la factoría gaditana de Puerto Real.

Así consta en el informe redactado por el administrador concursal, al que tuvo acceso Europa Press, que en cualquier caso avala los criterios expuestos por Delphi para presentar la solicitud de concurso, figura equivalente a la antigua suspensión de pagos.

"No queremos dejar de resaltar que existen ciertos indicios que pudieran llevar a pensar que DASE podía haber estado contemplando ya en 2005 la decisión de abandonar la actividad de las tres plantas de Puerto Real", indica el informe.

De esta forma, el informe de gestión (parte de las cuentas anuales correspondientes al ejercicio de 2004, firmadas por los administradores de DASE en 2005) ya hace mención a la caída de las ventas por disminución de los pedidos de los principales clientes, y a que "no se prevén a corto plazo nuevos negocios".

Sobre esta particular, el administrador considera que la escasez de nuevos proyectos en 2005 y en los siguientes años conduce a un negocio como el de Delphi "a lo peor", ya que el arranque de la producción conlleva un plazo de entre uno y dos años, y la fabricación se proyecta para un período de unos cinco o seis años, coincidente con la vida útil del contrato.

Además, en 2005 DASE tomó la decisión de amortizar aceleradamente varios activos por un importe de 61,6 millones de euros, ya que supuestamente los flujos de caja del negocio no cubrían sus amortizaciones. "Sin embargo, tal gasto contable podría ser cuestionable en la planta de rodamientos, al generar ésta flujos de caja positivos", subraya el administrador concursal.

DELPHI NO TOMO MEDIDAS A TIEMPO.

Por último, refiere que un informe emitido por Ernst & Young, con fecha septiembre de 2005, arroja "conclusiones alarmantes" que apuntan a una caída de la producción a partir de ese año. Esta situación requería acciones correctivas que, "en realidad, nunca llegaron".

En todo caso, la administración concursal suscribe los argumentos esgrimidos por la empresa para justificar el cierre. Esta argumentación se basa en que los presiones sobre los costes y la consiguiente pérdida de competitividad llevaron a Delphi a perder volúmenes de venta y generar pérdidas.

Por ello, tuvo que recurrir a su matriz para conseguir fondos, pero la suspensión de pagos de Delphi en Estados Unidos provocó la imposibilidad de la multinacional norteamericana de seguir aportando recursos financieros.