Actualizado 17/03/2006 12:07

Economía/Motor.- GM reformula las cuentas de 2005 y eleva sus pérdidas en 1.666 millones, hasta 8.833 millones

DETROIT (ESTADOS UNIDOS), 17 Mar. (EUROPA PRESS) -

El grupo General Motors, primer fabricante mundial de automóviles, ha reformulado sus cuentas de 2005, elevando sus pérdidas hasta 10.600 millones de dólares (8.833 millones de euros al cambio actual), lo que supone elevar en 2.000 millones de dólares (1.666 millones de euros) los 'números rojos' anunciados en la presentación de resultados.

La multinacional estadounidense explicó que esta revisión de sus resultados se debe a una serie de errores contables en determinadas transacciones de operaciones hipotecarias, así como a cambios en las cargas extraordinarias correspondientes a las medidas de reestructuración, a los riesgos generados por la suspensión de pagos de Delphi y a al depreciación de determinados activos de la filial financiera General Motors Acceptance Corporation (GMAC).

Así, la compañía que preside Richard Wagoner ha elevado los costes derivados de medidas de reestructuración correspondientes a 2005 de 1.300 a 1.700 millones de dólares (de 1.083 a 1.416 millones de euros).

Por su parte, la carga extraordinaria por los riesgos asociados a la suspensión de pagos de Delphi, antigua filial y principal proveedor de componentes de General Motors, se elevan desde 2.300 a 3.600 millones de dólares (desde 1.916 a 3.000 millones de euros).

En tercer lugar, la depreciación de activos de GMAC detrae 439 millones de dólares (366 millones de euros) a los resultados correspondientes a 2005 de General Motors, que además revisará las cuentas del período 2000-2004 tras descubrir errores contables.

Según los resultados avanzados por el grupo en enero pasado, sus pérdidas se elevaban a 8.600 millones de dólares (7.166 millones de euros al cambio actual), los primeros 'números rojos' de la multinacional desde el año 2002.

General Motors está inmerso en un plan de reestructuración que contempla el recorte de 30.000 empleos y el cierre de doce instalaciones industriales en Norteamérica, con el objetivo de recuperar la rentabilidad en esta región.