Actualizado 22/05/2007 15:16

Economía/Motor-Sólo una cuarta parte de los coches matriculados en España recibe buena nota en protección medioambiental

BARCELONA, 22 May. (EUROPA PRESS) -

Sólo un 27% de los vehículos matriculados en España obtienen una buena clasificación en el EcoTest, el indicador sobre emisiones contaminantes de turismos que elabora la Federación Internacional del Automóvil (FIA) con la colaboración del Real Automóvil Club de Catalunya (RACC).

En su edición de 2007, el EuroTest refleja que la gran mayoría de turismos matriculados en España, hasta el 71%, está clasificado como de tres estrellas, que es una clasificación media. El 27% de los turismos que circulan en España obtiene cuatro estrellas y el 2% no pasa de dos.

Lluís Puerto, de Proyectos Internacionales del RACC, señaló que aunque todos los vehículos fabricados en Europa cumplen con la normativa europea en materia de medio ambiente, ésta "no tiene en cuenta aspectos como el uso del aire acondicionado", por lo que sólo un indicador como el EcoTest "ofrece una perspectiva real".

Con la edición de este año, el EcoTest alcanza los 200 vehículos examinados, de los que ninguno alcanza la máxima clasificación de cinco estrellas, aunque el que este año queda más cerca es el Toyota Prius 1.5 Executive, un vehículo híbrido gasolina-eléctrico), con 89 puntos sobre 100.

Le siguen el Volvo V70 2.4 bi-fuel, que no se vende en España y que funciona con gas natural comprimido, el Honda Civic 3i-DSi, que también es híbrido, el Skoda Octavia Combi RS TDI, el primer diésel que alcanza los primeros puestos, y el Skoda Octavia 1.6 FSI Ambiente.

En la parte más baja de la clasificación se sitúan el único coche con sólo una estrella, el Hyundai Terracan 2.9 CRDi, seguido del Volkswagen Fox 1.4 TDI, el Fiat Panda 1.3 JTD Multijet, el KIA Rio 1.5 CRDi y el Volkswagen Sharan 2.8 V6 Highline Triptronic, la mayoría de ellos diésel.

FISCALIDAD VERDE.

El impacto medioambiental de las emisiones de gases, entre ellos los provocados por los medios de transporte provocan, según una estimación reciente de la Unión Europea, la muerte de 370.000 personas cada año por problemas de salud derivados de la contaminación, 3.000 de ellas en Catalunya.

Para reducir esas emisiones, el director de la Fundación RACC y de Relaciones Internacionales del club, Miquel Nadal, propuso hoy que los acuerdos voluntarios fijados por los fabricantes de automóviles europeos pasen a ser obligatorios, porque aunque por con esta fórmula "ha habido avances, no se han acabado de cumplir".

El acuerdo actual contempla que en 2012 los vehículos deberían emitir como máximo 120 gramos de dióxido de carbono por kilómetro, pero eso significaría reducir un 30% de media las emisiones en sólo cinco años, ya que en la actualidad los vehículos emite 180 gramos de CO2 por kilómetro.

Nadal también propuso como medida para conseguir los objetivos fijados que las administraciones propugnen una "fiscalidad verde", en la que fabricantes y consumidores paguen más impuestos cuando fabrican o compran un coche que contamina más y menos si la situación es la contraria.

Según el director de la Fundación RACC, ese tipo de fiscalidad se está empezando a aplicar en algunos países del norte de Europa pero no se ha hecho "nada" en España, donde la fiscalidad verde es la "asignatura pendiente".

Así, según ese tipo de fiscalidad, el impuesto de matriculación estaría vinculado al nivel de contaminación de los coches y otra medida en ese mismo sentido sería que la administración subvencionase la instalación de filtros de partículas en los vehículos.

Por otro lado, Nadal destacó que lo más importante para conseguir reducir las emisiones de dióxido de carbono es la "concienciación" del consumidor, que el comprador tenga "cada vez más información e incorpore los factores medioambientales en su compra", algo que "pasa muy poco", lamentó.

De hecho, según un estudio elaborado por el RACC en Madrid, los consumidores dicen tener cada vez más en cuenta los factores medioambientales a la hora de adquirir un vehículo, pero no están dispuestos a pagar más porque su coche incorpore medidas contra la contaminación.