MADRID, 6 Ago. (EUROPA PRESS) -
El grupo automovilístico francés Renault quiere retornar tan pronto como la situación política lo permita a Irán, su octavo mercado mundial por delante del italiano y del español, si bien la empresa no es capaz de concretar un plazo para su regreso.
Renault se vio obligado a suspender el suministro de colecciones de piezas a Irán el pasado 1 de julio, después de que Estados Unidos ampliara al sector del automóvil las sanciones por el programa nuclear iraní, informa 'Automotive News'.
Con un volumen de ventas de 100.783 unidades el pasado año, Irán se posiciona como el octavo mercado mundial para Renault, por delante de Italia, que sumó 96.144 unidades, y de España con 83.366 unidades. La firma del rombo ostenta una cuota de penetración del 10% en Irán.
La compañía que preside Carlos Ghosn ensambla en Irán los modelos Logan y Mégane en asociación con las empresas locales Khodro y Paris Khodro, con sede en Teherán.
Un portavoz de Renault explicó a la citada publicación que la empresa está a la espera de que se levanten las sanciones internacionales tras las elecciones celebradas en el país, para volver a ensamblar los modelos.
La multinacional gala contabilizó una provisión de 512 millones de euros en los resultados correspondientes al segundo trimestre del año al depreciar el valor de sus operaciones en Irán.
