Publicado 24/06/2021 13:17

Los vehículos pueden registrar averías de hasta 2500 euros por un mal mantenimiento, según Euromaster

Archivo - Cambio de ruedas en un taller.
Archivo - Cambio de ruedas en un taller. - EUROMASTER - Archivo

MADRID, 24 Jun. (EUROPA PRESS) -

No realizar una correcta puesta a punto del vehículo antes de las vacaciones realizando actos como revisar el líquido refrigerante (que cuesta menos de 40 euros) puede provocar incidencias graves como que se queme la junta de la culata del motor, algo cuya reparación supone un coste de 2.500 euros, según han explicado desde la red de talleres Euromaster.

Desde Euromaster han recordado que revisar el líquido es aún más importante en los vehículos modernos (se calientan hasta cinco grados más) y que aunque se hayan hecho menos kilómetros por la pandemia, el líquido pierde propiedades con el paso del tiempo, por lo que haber utilizado menos del coche no exime de la recomendación de revisar este líquido.

RECOMIEDAN REVISAR LOS DOCE PUNTOS CRÍTICOS

Además, desde Euromaster han incidido en la importancia de la revisión de los doce puntos críticos del vehículo (líquido refrigerante, neumáticos, aceite, sistema de frenado, suspensión, luces o batería), algo que puede costar entre 30 y 70 euros, pero supondrá una garantía de que el coche "no les dejará tirado" durante sus vacaciones.

Por otra parte, desde la firma han recomendado no olvidar asuntos que no dejan el coche en la cuneta, pero sí pueden incomodar la conducción, como el aire acondicionado. Sobre este han destacado que "es un sistema barato de mantener" (la carga de aire acondicionado ronda los 50 euros) pero caro de arreglar, pues la sola rotura del compresor puede obligar a un desembolso de 400 euros.

También respecto al aire acondicinado han llamado la atención sobre el filtro de habitáculo, que apenas cuesta 10 o 20 euros, pero que, al estar expuesto al exterior, tiende a ensuciarse mucho con facilidad y, por tanto, acaba afectando al flujo de aire dentro del coche. "Esto resta eficacia al sistema y no ayuda a crear una atmósfera templada para conducir, sino más bien cálida, convirtiéndose en otro factor de riesgo para la seguridad al volante", han señalado.