Actualizado 02/09/2009 16:35

Innova.- El Imida organiza mañana en Bullas una exposición y cata de variedades hortícolas tradicionales de la Región

MURCIA, 2 Sep. (EUROPA PRESS) -

El paraje de La Rafa, en el municipio de Bullas, acogerá mañana una exposición y cata de variedades hortícolas tradicionales de la Región de Murcia obtenidas en la modalidad de cultivo ecológico, que organizará el Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Alimentario (Imida) para darlas a conocer entre agricultores, cocineros y todos los interesados en su degustación.

En concreto, estas variedades tradicionales, que se encuentran en peligro de desaparición, presentan unas características de sabor y color diferente a las de las modalidades actuales destinadas a una producción y explotación intensiva, lo que las hace más atractivas al consumidor, según informó a Europa Press el coordinador del equipo de Horticultura del Imida, Joaquín Costa.

Este investigador comenzó a recabar estas variedades tradicionales de la Región de Murcia hace casi 35 años, cuando detectó la necesidad de conservarlas por su peligro de desaparición ante el avance de nuevas variedades que el agricultor escoge "por su mayor productividad". "Si no se recogen, estas variedades tradicionales se pierden indefectiblemente", aseguró el investigador.

Por ello, el Imida ha conseguido recoger a lo largo de estos años miles de variedades tradicionales de cultivos hortícolas de toda la Región, que actualmente se conservan en el Banco de Germoplasma del que dispone el Instituto en sus instalaciones de la pedanía murciana de La Alberca, donde las semillas se almacenan en pequeños tarros de cristal en condiciones de baja temperatura y humedad.

Se trata de un trabajo "costosísimo", según explicó Costa, ya que la recogida de las variedades "exige ponerse en contacto con agricultores -muchos de ellos con pequeñas explotaciones y huertecillos-, así como constatar que las variedades han sido cultivadas por sus abuelos y bisabuelos, generaciones precedentes, y analizar sus características organolépticas".

Después de su recolección, los investigadores llevan a cabo un protocolo que incluye una descripción de las variedades hortícolas, detallando su color, sabor, tamaño y época de madurez, entre otros datos. Se trata de la etapa de "multiplicación y caracterización", precisó Costa, quien dijo que las variedades "pueden ser pimiento, melón, calabacín, calabaza, pimiento, entre otras muchas".

El objetivo de Costa, que empezó su labor en 1975, es "almacenar estas variedades para tener material genético suficiente y amplio, con la intención de hacer cruces entre las distintas variedades y hallar mejoras varietales". Se trata de un trabajo de "mejorador", según este investigador, quien dijo que la labor de conservación y difusión va emparejada.

Además de la mejora de las variedades, el equipo de Horticultura del Imida, con financiación del Instituto Nacional De Tecnologia Agraria Y Alimentaria (INIA), persigue "salvaguardar la riqueza genética de estas variedades que, de lo contrario se perdería", así como "valorizar las modalidades promocionándolas entre los agricultores, para potenciar su cultivo".

Precisamente, Costa dijo que "en los últimos 10 ó 12 años, muchos agricultores han acudido al Imida para rescatar algunas de estas variedades para destinarlas a cultivo ecológico". Y es que se trata de modalidades "que presentan ventajas como un mejor sabor y color, para el disfrute del consumidor", lo cual "implica un mayor coste". A juicio de Costa, el problema es que el consumidor español "no está preparado para elegir la calidad, que se paga a mayor precio".

En toda España, Costa dijo que "hay un banco de germoplasma de base en Alcalá de Henares, donde se guardan muestras de todo el país para su conservación", con el que el Imida "colabora enviando un duplicado de cada una de las semillas recogidas en la Región". Además, existen otros bancos de germoplasma de productos hortícolas en Valencia y Zaragoza.