MURCIA, 21 Nov. (EUROPA PRESS) -

Investigadores del departamento de Ecología e Hidrología de la Universidad de Murcia (UMU) establecieron las distintas áreas prioritarias para la conservación de la biodiversidad en la Región, y llegaron a la conclusión de que la Red de Espacios Naturales Protegidos sólo abarca un 50 por ciento de ellas, y precisan de la Red Natura 2000 para su total cobertura.

La UMU realizó este proyecto en colaboración con miembros del Instituto de Biología Evolutiva de Barcelona, dependiente del CSIC y de la Universidad Pompeu Zabra, y se basaron principalmente en la identificación de las áreas prioritarias para la conservación de la biodiversidad en la Región de Murcia, según informó a Europa Press el investigador principal del proyecto, David Sánchez-Fernández.

Así, seleccionaron una primera zona en el Noroeste de la Región, que abarca la zona del pico de Revolcadores, la sierra de Villafuerte, el tramo alto del río Alhárabe y los afluentes murcianos del Taibilla, como el Arroyo Blanco, el Arroyo Tercero y la Rambla de la Rogativa.

El segundo grupo abarcó el entorno del Mar Menor, y Calblanque, el tramo alto del río Segura, así como algunas sierras interiores, como Sierra Espuña, el Valle-Carrascoy y una última zona que hace referencia a la sierra de Moratalla, la sierra del Gavilán y el tramo alto del río Argos.

Para establecer estas áreas, los investigadores tomaron ocho grupos taxonómicos que contemplaron diversos grupos de aves, mamíferos, reptiles y anfibios, así como datos de flora, tanto de helechos como de plantas amenazadas, y datos de invertebrados, tanto de coleópteros acuáticos como de mariposas hasta un total de 1.155 especies.

Para determinar las áreas prioritarias aplicaron un algoritmo que trató de maximizar la presencia de especies en un área determinada. Finalmente, utilizaron estas zonas para superponerlas cartográficamente con el objetivo de tener un mapa en el que apareciera la cobertura real.

Las zonas resultantes "son prioritarias para, al menos, tres de los ocho grupos taxonómicos que se utilizaron", aunque Sánchez-Fernández concretó que, bajo su criterio, esta selección "podría identificar las áreas que son prioritarias para la conservación de la biodiversidad en general".

El grupo investigador presentó estos resultados en forma de comunicación oral en el IV Congreso de la Naturaleza de la Región de Murcia y I del Sureste Ibérico sobre cambio climático y ecosistemas semiáridos, que tiene lugar en el Centro Educativo del Medio Ambiente CEMACAM Torregüil de Murcia.

En líneas generales, el investigador señaló que se seleccionaron las áreas en las que hay mayor riqueza o mayor diversidad de esos ocho grupos taxonómicos, los cuales, a su vez, fueron escogidos "porque son de los que se dispone una mayor información, y se han intentado recoger grupos distantes evolutiva y ecológicamente para intentar tener representados todos los componentes del ecosistema".

Una vez determinadas la áreas, el último paso era comprobar la efectividad de la Red de Espacios Naturales Protegidos de la Región de Murcia y de la Red Natura 2000, para lo que se solaparon geográficamente con las áreas prioritarias para la conservación de la biodiversidad.

El resultado es que la Red de Espacios Naturales "deja sin proteger la mitad de las áreas prioritarias, sobretodo las localizadas en el noroeste de la Región, a pesar de ser muy interesantes".

Sin embargo, dijo que cuando se incorporan las figuras de la Red Natura 2000, que incluyen los Lugares de Importancia Comunitaria (LIC) y las Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPAS), se produce un solapamiento total, por lo que sí que protege estas zonas prioritarias.

No obstante, Sánchez-Fernández criticó que "aunque haya un solapamiento absoluto, luego esa protección se tiene que hacer efectiva, puesto que, muchas veces, el que una zona aparezca recogida dentro de una zona protegida no es garantía para su supervivencia".