MURCIA, 31 Ago. (EUROPA PRESS) -
Un total de siete personas han sido atendidas e ingresadas en los hospitales de la Región de Murcia por golpe de calor desde el pasado mes de junio, dos de los cuales perecieron. Éstos, que fallecieron en la segunda quincena de julio, tenían patologías previas de alto riesgo, según han informado a Europa Press fuentes de la Consejería de Sanidad.
En concreto, uno de los ingresados fue precisamente el pasado viernes, 27 de agosto. Se trataba de un hombre de 50 años que fue atendido al sufrir un golpe de calor en el municipio de Molina de Segura y, posteriormente, trasladado al hospital Reina Sofía de Murcia, en estado grave.
De hecho, según las mismas fuentes, la semana del 23 al 29 de agosto, la más calurosa del verano batiéndose "récord de temperatura" en la Comunidad Valenciana y Murcia con 43 grados, se atendieron a ocho personas en los distintos centros de Atención Primaria y consultorios médicos de la Región como consecuencia del calor y las fuertes temperaturas.
La semana pasada también el Ayuntamiento de Murcia aseguraba que desde el pasado 1 de junio se habían detectado en el municipio tres casos relacionados con las altas temperaturas.
En concreto, los dos primeros casos ocurrieron el pasado 14 de julio en Llano de Brujas, donde se avisó que una usuaria tenía la tensión baja, por lo que la Unidad Móvil desplazada al lugar le aconsejó que tomara líquidos; y en San Lorenzo, cuando se dio aviso porque una usuaria presentaba un cuadro febril. La atendieron la Unidad Móvil y el médico de cabecera, que concluyeron que dicho cuadro se debió a un leve golpe de calor.
El tercer caso sucedió dos días después, el 16 de julio, cuando la hija de una usuaria llamó a la central del servicio de Teleasistencia diciendo que su madre se encontraba mareada y desplomada en el sillón. Desde la Central se dio aviso al 112 y a la Unidad Móvil, que le diagnosticaron un golpe de calor, por lo que fue trasladada a un centro hospitalario donde quedó ingresada.
En este sentido, el Consistorio capitalino comunicaba que 2.049 usuarios del servicio de Teleasistencia de la Concejalía de Bienestar Social habían recibido recomendaciones para prevenir los efectos del calor desde el pasado 1 de junio.
Este plan de actuación frente a temperaturas extremas conlleva unas medidas que se aplican, desde el 1 de junio al 15 de septiembre, a todas las personas usuarias del servicio de Teleasistencia municipal, pero de un modo más especial a aquellas más vulnerables por su edad, grado de dependencia, aislamiento y enfermedades crónicas asociadas.
Finalmente, la Consejería de Sanidad ha confirmado que desde finales de mayo se han notificado 75 casos relacionados con el calor y las altas temperaturas, que han sido atendidos en centros de Atención Primaria.
AL MENOS 14 FALLECIDOS EN LO QUE VA DE VERANO
Al menos catorce personas han fallecido este verano en España a causa de "golpes de calor" causados por las altas temperaturas. La comunidad que más muertos ha registrado por esta causa ha sido Andalucía, donde siete personas han muerto este verano a consecuencias de golpes de calor. Además, la Junta de Andalucía incluye otros dos casos, uno en Málaga y otro en Almería, de los que no se han aportado detalles.
Las provincias más afectadas han sido Córdoba, Sevilla y Alicante con dos fallecidos en cada una de ellas debido a las altas temperaturas. En Córdoba, uno de los fallecidos fue el niño alemán de cinco años Tim Alexander, cuyo cadáver fue hallado el pasado 23 de julio en el paraje de Monte Castillo en Espiel (Córdoba). La autopsia reveló que murió por un golpe de calor.
El golpe de calor es un síndrome grave que se produce por un fracaso de la termorregulación por la exposición a unas altas temperaturas, de forma que el organismo no es capaz de controlar la temperatura corporal, subiendo la fiebre a más de 41 grados. Los síntomas que hay que tener en cuenta son la temperatura del cuerpo, la alteración de la conciencia y la deshidratación.
Se recomienda evitar la exposición al sol en las horas centrales del día, especialmente en el caso de los ancianos, los niños y los enfermos crónicos, que constituyen los grupos de mayor riesgo, así como beber abundante agua, incluso aunque no exista sensación de sed, evitar las salidas y la realización de actividades físicas en las horas de más calor, mantener la casa fresca o llevar ropa ligera.