Juan Antonio Rubio: "Reenamorarse de tu pareja es posible después de 20 ó 30 años de relación"

Pareja de jóvenes, adolescentes
EUROPA PRESS
Actualizado: sábado, 3 mayo 2014 10:59

El pedagogo y escritor desentraña los pormenores de las relaciones de pareja, la sexualidad y el erotismo

MURCIA, 3 May. (EUROPA PRESS) -

El escritor y pedagogo Juan Antonio Rubio Sánchez ha presentado la segunda edición de su libro 'De amor y Sexo', un texto que ha sido actualizado y en el que aporta su experiencia de años como orientador de relaciones de pareja, haciendo un recorrido por el erotismo y la sexualidad, desde la fase de la seducción y el enamoramiento a las crisis sentimentales.

Rubio, que es licenciado en Ciencias de la Educación, recoge en su obra su amplia experiencia como pedagogo en la consulta, labor que compagina con la de director del Centro La Gloria de Murcia, donde hay actividades para el desarrollo personal a nivel físico, emocional, mental y social, como yoga, pilates, chi kung, relajación, meditación y otros métodos que ayudan a "aprender a aprender", según su propia definición.

'De amor y Sexo' es una recopilación de reflexiones del autor, en ocasiones ya publicadas previamente en forma de artículos y que, por ejemplo, desvelan las claves para que una pareja se reenamore cuando su relación ha caído en el tedio y la rutina por el paso de tiempo, cuando apenas hay contacto íntimo, se sobredimensionan los defectos del otro y se está al borde de la ruptura.

Asimismo, aborda en su libro otras curiosidades relacionadas con el ámbito del amor, como el origen etimológico de la luna de miel o el sexo, y derriba tabúes y falsas creencias como la existencia de una "media naranja", o que la eyaculación y el orgasmo sean indisociables en el hombre.

Además, Rubio desentraña en su obra las vicisitudes de las diferentes fases de una relación sentimental y hace un recorrido por las diferentes opciones y orientaciones sexuales, desde la heterosexualidad al 'angelismo', la coprofilia o el 'sinsex', y describe las diferentes clases de relaciones, que varían en función de la implicación mental, física y emocional de la pareja, desde el amor platónico a la relación plena.

También ha recogido en su libro los diferentes perfiles 'sexológicos' con los que se ha ido encontrando a lo largo de sus años como orientador y formador, desde los coleccionistas a los dominantes, pasando por los libertinos, narcisistas, escuchadores, habladores o impulsivos.

"REENAMORARSE ES POSIBLE"

Rubio sostiene en su obra que "reenamorarse es posible" después de 20 ó 30 años siempre que haya algo que "recuperar". Y es que hay casos más difíciles que no tienen los pilares de una relación duradera.

Para retomar el amor, recomienda en primer lugar a los dos miembros de una pareja "intentar conocerse plenamente". Y es que, a menudo, existe un desconocimiento mutuo en cosas "tan fundamentales" sobre lo que se piensa o lo que se desea, según advierte el autor en declaraciones a Europa Press.

En este sentido, define a la pareja como dos personas que "van a la par", es decir, que "aspiran a lo mismo y ven las cosas de manera parecida". Matiza que la coincidencia entre ambos no tiene porqué ser plena, sino que puede haber disensiones y puntos de vista diferentes y, al mismo tiempo, complementarios. Rubio sostiene que los miembros de la pareja deben coincidir en aspectos básicos y ver el mundo desde una perspectiva "similar". Para conocerse mutuamente, invita a las parejas a "dejarse conocer" y ser sinceras entre sí, aunque recomienda hacerlo "con mucha cautela", evitando la sinceridad brutal.

En caso de un desencuentro total, siempre cabe plantearse la posibilidad del divorcio o la ruptura, pero aconseja no tomar esta decisión "a la ligera", sino que debe ser una solución a la que llegar "si no hay más remedio", tras un proceso de reflexión y preferiblemente de mutuo acuerdo.

Rubio explica en su libro que las causas de separación más frecuentes en las parejas son los detalles que, al principio de la relación, resultan más atractivos a uno y otro, como pequeños lunares "graciosos" que luego devienen en defectos aborrecidos, el pequeño tamaño pero "proporcionado y encantador" que se convierte en "enjuto", o la persona "reflexiva e interesante" que pasa a ser "un callao y un pelmazo".

"A todos nos invade el tedio, se pasan los días sin que haya un roce íntimo, pero eso no significa que hayamos dejado de querer a nuestra pareja, sino que hemos entrado en un bucle y en una vorágine que erosiona la relación", asevera el autor.

Ante estas situaciones, este pedagogo suele recomendar a las personas que acuden al Centro La Gloria una "sencilla" terapia consistente en que varios días seguidos uno de los dos, completamente vestido, acaricie al otro, totalmente desnudo, sin que haya devolución de caricias, y luego varios días seguidos intercambiando los papeles. "No se trata de hacer caricias centradas en las zonas erógenas, sino en recorrer el cuerpo desnudo lentamente", una práctica que ayuda a reestablecer la relación.

Para localizar el origen del declive de la pareja hay que remontarse, según Rubio, al propio inicio de la relación, cuando tras el momento del "flechazo" en el que crees que has conocido a tu "media naranja" y sientes "cosquillas en el estómago", en la segunda fase se idealiza a la otra persona.

"Nos negamos a percibir la realidad, no la aceptamos, por lo que echamos imaginación". El problema deviene posteriormente: "llega un momento en el que, en vez de un lunar, comenzamos a ver la verruga o, a veces, algo peor".

Después del flechazo y la idealización se pasa a una fase de costumbre, en la que los enamorados se citan "después del trabajo, bien arreglados, duchados y perfumados, por lo que solo se ve el lado bueno". Si de esa fase se pasa directamente al matrimonio, advierte que puede surgir una "decepción derivada de que no se conocen individualmente de verdad". Por ello, recomienda a las parejas convivir previamente y conocerse en ámbitos no tan idílicos.

Para detener este deterioro y revertirlo, aconseja iniciar de nuevo la fase de enamoramiento pero "de forma consciente". No se trata de negar la realidad, matiza, sino de "aceptar que nuestra pareja, por ejemplo, es bajita, pero valorar que también es inteligente o valiente". El objetivo es "centrarte en lo bueno, lo que te guste, y trabajar el resto de cosas".

Para concluir, Rubio desmiente que exista el príncipe azul o la media naranja y, en el hipotético caso de que exista: "¿te crees que se va a fijar en ti?", pregunta. Así, considera que no se trata de buscar a alguien que nos complete en nuestras carencias, sino de alguien con quien complementarnos, ayudándonos a aprender y superar nuestras propias limitaciones".