MADRID 28 Mar. (EUROPA PRESS) -
Un ex inspector de la Unidad Central de Información Exterior afirmó hoy ante el tribunal del 11-M que el acusado Jamal Zougam y su hermano Mohamed, estaban siendo investigados por su relación con el atentado perpetrado en Casablanca por formar un grupo de "colaboración" en labores de apoyo a la célula que acometió al acción terrorista.
Precisó que el locutorio ubicado en el barrio madrileño de Lavapiés estaba siendo investigado y que el grupo de la UCIE encargado de la actividad criminal relacionada con Marruecos había "intervenido" los teléfonos de las personas vinculadas al comercio.
También explicó que se pidió al confidente policial conocido como 'Cartagena' que vigilara la zona porque suponían que los agentes de la UCIE podían ser detectados "con facilidad".
Indicó a su vez que las investigaciones que realizó la unidad a la que pertenecía fueron incorporadas al sumario que se realizó sobre este atentado. Además, negó durante su estancia que el confidente 'Cartagena' abandonara su colaboración con su unidad por sentirse "desprotegido".
El funcionario policial explicó también que a finales del 2003 recibieron un informe del Centro nacional de Inteligencia en que informaba sobre uno de los terroristas suicidados el 3 de abril de 2005, Allekema Lamari, donde precisaba que había llegado a Madrid y que en una ocasión realizó un viaje con "un marroquí" a Valencia para visitar una joyería. El testigo dijo desconocer si ese informe implicaba que Lamari estaba localizado.
El ex agente de la UCIE aseguró que el sábado 13 comprobó que la tarjeta localizada en el artefacto explosivo que se desactivó un día antes en las inmediaciones de la comisaría de Puente de Vallecas, se vendió en la empresa Shindu Enterprise al locutorio que regentaba Zougam dentro de un paquete de 100.
Además precisó que fue durante su visita a Asturias y no antes cuando le informaron que esta tarjeta había tenido un tráfico de llamadas con una tarjeta prepago activada en Avilés, y que había tenido llamadas también con el terrorista Jamal Ahmidan durante el 28 y 29 de febrero, y que su vez se cruzaba con una tarjeta de contrato de la misma localidad. Posteriormente supo que fue utilizada por el acusado José Emilio Suárez Trashorras
También precisó que dictó "de viva voz" los datos de sus investigaciones durante su primera estancia en Avilés al jefe del operativo, y que por ello no fue él quien realizó la nota interna manuscrita que se confirma.
A preguntas de la defensa del acusado Rafa Zouhier, el testigo indicó que Trashorras aludió a una persona llamada 'Rafa' como el intermediario que le puso en contacto con Ahmidan, pero negó que éste hubiera estado en la mina.