Detenidos el pasado domingo dicen que la actuación policial fue "desproporcionada y aleatoria"

MADRID 22 May. (EUROPA PRESS) -

La veintena de detenidos el pasado domingo después de la manifestación convocada por Democracia Real Ya, que originó las movilizaciones del 15M, se ha reunido en asamblea este domingo y ha emitido un comunicado donde ha destacado que la manera en la que actuó la Policía Nacional hace una semana fue "desproporcionada y aleatoria".

"Fue algo vergonzoso ver unos hombres exaltados, vestidos y dotados de toda clase de armamento para asustar y golpear a cualquier cosa que se movía o a cualquier persona que era un poco diferente a lo dictado por las modas de los mercados", apuntan en el documento firmado por los afectados.

Según dicen, la policía, "que se supone que está para mantener el oren y la paz social, pegaba impunemente a quien estaba a su alcance, con las caras llenas de odio y las pupilas dilatadas (por los estimulantes que quizás habrían consumido)". "Ese terror que utilizan para defender a los banqueros, políticos y grandes empresarios", afirman.

Entre sus denuncias, destacan que a un compañero, después de efectuar su detención, dentro del furgón y con las manos "atadas", le cogieron de la cabeza y "le dieron golpes con el asiento del furgón, diciéndole que llevar rastas es "anti-higiénico" y que les daba igual que no hubiera hecho nada, pero que era un guarro"

"A otro compañero, por llevar pantalones bombachos, le dicen: 'Normal que no encuentres trabajo con esos pantalones de maricón', entre otros comentarios homófobos y machistas", aseguran en el comunicado, en el que han explicado que a otro joven, que se marchaba para su casa después de terminar la manifestación, acompañado por su novia, observó cómo la policía estaba "machacando a porrazos a un chaval", y al pedir que le dejaran de pegar, "terminó golpeado y detenido por 'meterse donde nadie le llamaba'".

En la misma línea, relatan la historia de otros dos compañeros, que al ver "cómo los antidisturbios pegaban porrazos a las personas sentadas en medio de Gran Vía", intervinieron para levantar a los chavales del suelo y que no les pisaran. Al final, acabaron detenidos "por policías secretas con estética de skins, que sólo se identificaron como policías tras las detenciones".

"Otro compañero tuvo la mala suerte de querer coger el cercanías en Sol después de venir de jugar al fútbol. Le detuvieron "por estar en el momento y el lugar equivocado", como más tarde le dijeron delante de todos nosotros riéndose en su cara, humillándole al ver que en la mochila portaba las botas de fútbol, espinilleras, el traje de su equipo y el balón", señalan.

MAL TRATO

Estas son algunas de las denuncias que han hecho los reunidos en Asamblea, donde la mayoría de los detenidos han coincidido en destacar que se les trató de malas formas, riéndose de ellos, y recibiendo "gritos y golpes" para cada cosa que tenían que hacer, sobre todo, una vez detenidos. "Era como en las películas", aseguran.

Especial atención han dado a lo que le pasó a uno de los detenidos, que tenía problemas de corazón, que había sido operado y que tomaba medicación. "Solicitó ser trasladado al hospital, a lo que los agentes respondieron burlándose de él y negándole la asistencia médica", dicen.

Así, aseguran que pasó 2 horas hasta que un mando policial dijo que iba a llamar al Samur, que llegó "una hora más tarde", y finalmente fue trasladado al hospital, "donde fue atendido, le pusieron una vía y le suministraron su medicación". "Al ser devuelto al calabozo, no le dejaron tener la medicación consigo y le dijeron que cuando la necesitara que la pidiera", continúan

"Al cabo de varias horas, se produjo un cambio de guardia y los nuevos agentes no fueron informados del problema, y a la hora de tener que tomar una nueva dosis se la negaron. El compañero sufrió una crisis de pánico y accedieron a su demanda al cabo de más de dos horas que pasamos el resto de detenidos gritando que le ayudasen", señalan.

Los detenidos han escrito estas líneas para explicar cómo se sienten después de una semana. "Somos personas muy distintas, unas nos definimos como anarquistas, otras como altermundistas, feministas, ecologistas, gente que es partidaria de una democracia real, etc, pero todos vimos y sufrimos en nuestras carnes el abuso policial desproporcionado e injusto", han añadido.

Lamentan que los jóvenes se encuentran "ante un panorama sin ninguna esperanza y sin un futuro" que les incite "a vivir tranquilos" y poder dedicarse a lo que les gusta a cada uno. "Por eso, la mayoría acudimos a la convocatoria del 15 de mayo para intentar cambiar este sistema por algo más justo y equitativo, pero ¿cuál fue nuestra experiencia?: represión por parte de los cuerpos de seguridad del estado", concluyen.