Afirma que hace 30 años Madrid copió el modelo catalán lo que le ha permitido ser el motor de España
CASTELLDEFELS (BARCELONA)/BARCELONA, 6 Jun. (EUROPA PRESS) -
El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, aseguró hoy que el Estatut "aleja a Cataluña de sí misma" por culpa del "intervencionismo" que propugna y señaló que es contrario a la "propia tradición liberal" de los catalanes.
Ruiz-Gallardón, que acudió a Barcelona para apoyar la campaña del 'no' al Estatut de los populares y reunirse con el grupo municipal del PP en el Ayuntamiento de la ciudad, consideró que, "desde un análisis objetivo", el nuevo proyecto de Estatut, "reduce el espacio de la sociedad para acrecentar la del Estado", por lo que "no es un instrumento de futuro para una sociedad que, en el siglo XXI, quiera colocarse a la cabeza de Europa".
Para Gallardón, "el Estatut encierra a Cataluña en sí misma" y cae en un "centralismo" que "tendría que estar superado" y señaló que el futuro no está en sustituir "un estatismo centrado en Madrid por un estatismo centrado en Barcelona".
El alcalde reconoció sentir "admiración fraterna" por Barcelona, pero no "envidia", sobre todo por sus "potencialidades de futuro" y por su "dinamismo", que no sólo beneficiarían a la ciudad y a los catalanes, "sino también al resto de España", aseguró.
MADRID COPIÓ EL MODELO CATALÁN.
Ruiz Gallardón sostuvo que hace 30 años, "cuando el poder político dejó de ser sólo de unos cuantos", Madrid copió "el modelo catalán" y fomentó la libertad e iniciativa que "nunca había tenido", lo que ha hecho que hoy sea, junto a Barcelona, "el motor de España".
Por esta razón emplazó a los catalanes a "no retroceder temporalmente, ni sustituyendo a unos políticos por otros, ni apostando por normas que hace más de 30 años que se rechazaron" en Europa.
Por su parte, Piqué criticó el "intervencionismo económico" del Estatut y destacó que "ni los chinos ni los vietnamitas hablan en estos términos de la economía" tal y como hace el nuevo proyecto de Estatut, donde "todo son controles y obstáculos burocráticos".
Asimismo, aseguró que "nadie está más a favor que nosotros de un "buen autogobierno de Cataluña", pero no si parte del "izquierdismo rancio y obsoleto" o del "nacionalismo que desconfía de la propia España" y "de la propia sociedad".
