Absuelto en Valladolid el marroquí a quien las acusaciones pedían 13 años por violar a su novia

La Sala le condenó a nueve meses de cárcel por delito de lesiones y a doce días de localización por tres faltas de amenazas

Europa Press Nacional
Actualizado: viernes, 16 enero 2009 18:23

VALLADOLID, 16 Ene. (EUROPA PRESS) -

La Audiencia de Valladolid acordó absolver al hombre de origen marroquí Mohamed A. del delito de violación sobre su novia del que había sido acusado por el Ministerio Fiscal y la acusación particular, quienes habían solicitado para él una pena de trece años de cárcel, si bien la Sala le condenó a nueve meses de prisión y a doce días de localización permanente como autor de un delito de lesiones y tres faltas de amenazas o insultos.

El citado individuo, quien habrá de indemnizar además a su víctima con 105 euros por las lesiones causadas, quedó absuelto del delito de violación ante las dudas de la Sala sobre la credibilidad de la denunciante, la inseguridad con la que declaró y lo poco convincente de su comportamiento una vez ocurrida la supuesta violación, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.

Ambas acusaciones, sin embargo, habían considerado probada la culpabilidad del procesado, de 38 años, fundamentalmente por el testimonio de la víctima, que "ha sido siempre el mismo desde el inicio", tal y como advirtió la acusadora particular, y por los informes de los forenses, que certifican la existencia de unas lesiones, y de los peritos psicosociales, que acreditan que la mujer fue objeto de malos tratos desde el inicio de su relación sentimental.

Frente a la postura del fiscal y la acusadora particular, que, además del delito de agresión sexual, imputaron al procesado tres delitos de amenazas y uno de lesiones, el letrado de la defensa, Francisco Hernández Sahagún, había solicitado una sentencia absolutoria al entender que las acusaciones se basaban en "meras conjeturas y no en pruebas sólidas y firmes", al tiempo que atribuyó la denuncia de la novia a un "ánimo de venganza por la ruptura de la relación sentimental".

El defensor recordó además que la noche en que se produjo la supuesta violación la víctima no llegó a exteriorizar en momento alguno su negativa a mantener relaciones sexuales con su novio, además de que ni siquiera dio cuenta de lo ocurrido en el Servicio de Urgencias cuando fue atendida ni a posteriori al médico forense ni a los trabajadores psicosociales. "Tampoco es muy normal que tras lo ocurrido pasara toda la noche durmiendo con su violador", sentenció el letrado.

Éste, alternativamente, solicitó para su patrocinado una pena mínima como autor de una simple falta de vejaciones (artículo 620.2 del Código Penal) por insultarla a la mañana siguiente en el bar donde ella trabajaba como camarera después de que ésta le sirviera un vaso de leche, cuando él le había pedido una cerveza.

Durante el juicio, iniciado el pasado día 10 de diciembre, el procesado negó haber insultado, vejado, amenazado y, sobre todo, agredido sexualmente a su entonces compañera sentimental y aseguró que todo era una invención de ella, que reaccionó de este modo porque pretendía casarse con él y comprendió que no podía hacerlo al descubrir que él ya estaba casado en Marruecos.

ADICTA AL SEXO

Respecto del delito más grave, el de violación, el imputado admitió haber mantenido relaciones sexuales con ella la noche del día 10 de febrero de 2007, aunque apostilló que las mismas fueron consentidas e incluso incitadas por su pareja, a la que definió como adicta al sexo. Además, advirtió que ésta, tras romper con él, inició una relación con otro marroquí al que posteriormente denunció por malos tratos.

La víctima, por su parte, se ratificó en la denuncia presentada en su día, según la cual el acusado, durante los cuatro meses de relación mantenida entre ambos, entre octubre de 2006 y febrero de 2007, ya incluso a los quince días de iniciada, comenzó a someterla a un férreo control, en el que no faltaron los insultos, amenazas y agresiones, al objeto de que no se relacionara con personas ajenas, y todo ello debido a los celos.

La situación era tal que, como así dijo la denunciante, incluso ni siquiera la dejaba abrir las ventanas de casa para que no la vieran los vecinos, al tiempo que aseguró que el acusado tenía problemas con el alcohol y que éste se ponía muy violento con ella cada vez que bebía.

Fue precisamente la noche de autos, en la que Mohamed A. ingirió bastante alcohol, cuando se produjo la supuesta violación. Previamente, sobre las 22.00 horas y cuando ambos se encontraban en el piso, la mujer mantuvo que su novio comenzó a increparla con gritos del tipo "¡puta, cabrona, te voy a matar, voy a mandar a mis compañeros para que te maten y te den por el cuelo!", además de agredirla físicamente al propinarle varios tortazos en la cara y puñetazos en el brazo y antebrazo derechos.

No contento con ello, siempre según la versión de las acusaciones, el procesado persistió en esta misma actitud durante toda la noche, hasta que en un momento dado ella trató de escapar y él, a empellones y bajo insultos y amenazas, la obligó a entrar en el dormitorio, donde la arrojó con violencia sobre la cama y la penetró vaginalmente consumando el coito. Ella aseguró que no lo deseaba pero que optó por no resistirse ya que pensó que sería peor.

Por su parte, los médicos forenses tan sólo pudieron acreditar los hematomas en brazo y antebrazo derechos y lado derecho de la cara que presentaba la víctima.

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