La activista etíope premiada por la Fundación por la Justicia pide una ley "efectiva" que elimine la mutilación genital

Actualizado: miércoles, 4 julio 2007 20:16

VALENCIA, 4 Jul. (EUROPA PRESS) -

La activista etíope Bogaletch Gebre, galardonada con el VI premio de la Fundación por la Justicia por su lucha contra la mutilación genital femenina, de la que ella fue víctima cuando tenía 14 años, reclamó una ley "efectiva" para "eliminar esta práctica" en los países donde se lleva a cabo que, según comentó, "está asumida por las propias mujeres, que la realizan, porque de lo contrario los hombres no se casarían con ellas. Las mujeres no tienen ninguna fuerza para cambiar esto".

Gebre se crió en Etiopía (África) y desde pequeña tenía que "engañar" a sus padres para poder ir a la escuela, ya que "no estaba bien visto" en una chica. Así, se levantaba pronto, iba al colegio y regresaba a su casa con una botella llena de agua o con un saco de hierba "como excusa" para justificar que el tiempo que había permanecido fuera se "había dedicado a hacer estas labores", dijo en declaraciones a los medios de comunicación.

Posteriormente, recibió una beca y continuó con su formación en la Universidad de California, lugar en el que aprendió que la mutilación genital, actividad que ella misma, por su cultura, veía como "algo natural, un trámite que había que pasar por necesidad", no era "buena". Explicó que allí conoció a una chica que le dijo que ésa no era una "buena práctica". En un primer momento se enfadó con ella porque no le parecía bien que "se metiese" en su cultura, pero luego aprendió, tras leer varios libros, que había perdido "mucho como mujer" y se dio cuenta de "cuántas personas estaban muriendo como consecuencia de esta práctica".

Indicó que por esta actividad perdió a dos de sus hermanas y "no había ninguna necesidad", resaltó. A partir de ese momento, comentó, "me enfadé muchísimo y convertí esa rabia en ganas de hacer algo". Por ello, en el año 1997, después de formarse, regresó a Etiopía, lugar en el que comparte sus conocimientos al respecto para "concienciar a la población", ya que según un estudio elaborado en 1989, el 89 por ciento de las mujeres de Etiopía son mutiladas entre los 16 y 20 años para "poder estar listas para el matrimonio".

Por transmitir este nuevo mensaje a las comunidades de Etiopía y, en algunas ocasiones, llegar a convocar movilizaciones sociales, Bogaletch Gebre ha sido considerada una "sospechosa" para el Gobierno, fue vista como "una amenaza". No obstante, y a pesar de intentar ir contra ella, "nunca se llegaron a levantar contra nosotros", destacó.

Señaló que en su país "los padres no quieren hacer daño a sus hijos intencionadamente" pero su creencia y su religión "provoca lo que están haciendo ahora mismo". Así, incidió en que "es necesaria más información, aunque el cambio no se produce de la noche a la mañana". De hecho, alegó que "muchos de los padres que ya tienen más conocimientos, son ahora los que más protegen a sus propias hijas".

El "problema", destacó la galardonada, es que esta práctica es "en cierta manera legal" en Etiopía ya que la ley es "muy débil" y "no impide que se haga la mutilación". Explicó que para quien incurre en esta práctica "existe una pena de unos tres meses de arresto domiciliario y una multa de 40 euros que no se suele cumplir". Por este motivo, sobre todo en las zonas rurales, donde la normativa "no llega" y la gente "no conoce sus derechos y responsabilidades", se mutila a las mujeres.

Ante esta situación, abogó por "formar a policías, jueces, fiscales, ancianos, jóvenes, mayores, madres y padres" y, sobre todo, a los adolescentes, con el objetivo de que "se haga una ley efectiva" y, además, "se cree un entendimiento y un consenso entre la comunidad para eliminar esta práctica".

"VIOLENCIA CONTRA MUJERES"

Gebre afirmó que la mutilación genital femenina es "sólo" un aspecto más de "la violencia contra las mujeres", que no "únicamente" en África se les trata diferente, ya que en occidente "las mujeres, en el interior de sus casas, no están mucho mejor que nosotras", lamentó. Así, puso el ejemplo de que en Estados Unidos "la principal causa de muerte entre esta población es la violencia de género". La "diferencia" es que en este país "sí son más libres para tomar decisiones o poder estudiar".

En su opinión, "existe una especie de 'apartheid' entre hombres y mujeres, ya que son vistas como menos seres humanos". Se les considera desde el punto de vista intelectual "también muy inferiores, al igual que moralmente. Por este motivo se les relega como mano de obra." Así, insistió en que es "necesario" luchar "por la igualdad de las mujeres", pero desde "la cuna, desde su nacimiento, para que se les permita hacer las cosas por ellas mismas".

A este respecto, indicó que a través del trabajo que lleva a cabo que, aseveró, "está teniendo una repercusión a nivel internacional", se persigue "crear un movimiento a nivel global para conseguir justicia entre los hombres y las mujeres". "Queremos que el mundo levante su voz contra el 'apartheid' de género", resaltó.

Por su parte, el presidente de la entidad, José María Tomás y Tío, explicó que el galardón pretende "reconocer" la "valentía" de esta "luchadora" por los derechos humanos y agradecer su mensaje de que "es necesariamente posible un mundo diferente".