El acusado de descuartizar a su novia en Calpe (Alicante) admite que la mató pero niega que se deshiciera del cuerpo

Actualizado: jueves, 8 noviembre 2007 15:25

La Audiencia de Alicante celebró hoy el juicio, el primero desde 1983 por un asesinato sin que el cuerpo de la víctima haya sido localizado

ALICANTE, 8 Nov. (EUROPA PRESS) -

El ciudadano británico Paul D., acusado de matar y descuartizar a su novia hace tres años en Calpe (Alicante), confesó hoy en la sección segunda de la Audiencia Provincial de Alicante que acabó con la vida de la mujer aunque aseguró que después no se deshizo del cuerpo, tal y como había manifestado tiempo atrás a un diario inglés que publicó que se la había comido.

Durante el juicio, que quedó visto para sentencia, en el que por primera vez desde 1983 se juzga a una persona por un asesinato sin que el cadáver de la víctima haya sido localizado, a preguntas del fiscal el acusado reconoció ser autor de la muerte de Karen Durell, con quien mantenía una relación sentimental, y señaló que después dejó el cuerpo "en su sitio".

Los hechos se remontan a febrero de 2004, cuando una amiga de Karren Durell denunció la desaparición de la mujer, una británica de 41 años, madre de dos niños, que había llegado a Calpe tres meses antes. Después de las investigaciones por parte de la Guardia Civil, se procedió a la detención de Paul D., también británico, que había huido de su país tras ser condenado a 20 años de cárcel por robo.

En la vista de hoy, que tuvo una duración de diez minutos, el acusado también reconoció que intentó sacar dinero con la tarjeta de crédito de la víctima, y entró en casa de la amiga, --testigo principal de los hechos que no se presentó en el juicio y en la actualidad se encuentra en paradero desconocido-- porque "tenía permiso de su marido" para acceder a la vivienda.

Tras escuchar la declaración del acusado, el ministerio fiscal modificó su acusación de asesinato y la dejó en homicidio al eliminar la apreciación de que la muerte de la víctima se produjo por la espalda, al no haberse encontrado el cuerpo de Karen Durrell. Además, la fiscal acusa al procesado de estafa telemática en grado de tentativa y de allanamiento de morada.

La fiscal señala en su relato de hechos que "no hay duda" de la realidad de la muerte "por los datos objetivos que lo corroboran" y por la confesión del acusado, que ha reconocido hasta en tres ocasiones --ante el letrado, ante el ministerio fiscal y ante el juez-- la autoría del crimen.

PENAS

Por todo ello, la fiscal pidió 12 años de prisión por el delito de homicidio, 13 menos que los reclamados por delito de asesinato por la acusación particular, así como tres meses más de cárcel por estafa y otros seis meses por allanamiento de morada, además de 600.000 euros de indemnización. La defensa aceptó rebajar la pena por homicidio, pero pidió que la indemnización se redujese a 200.000 euros.

Por su parte, la defensa insistió en pedir que se rebaje la calificación de los hechos de asesinato a homicidio dado que, según puntualizó, el procesado ha "reconocido el hecho de la muerte" de Karren Durrel, "no ha aparecido el cadáver", por lo que "no se ha realizado autopsia" y "sólo se puede valorar como homicidio", y no como asesinato.

Por su parte, respecto a la petición de las penas para el acusado, al término de la vista el abogado de la acusación particular, Jaime Sendra, explicó a los periodistas que finalmente, "la familia no tenía ningún inconveniente en que se calificaran los hechos de homicidio", porque "sólo buscaban una solución con la que se hiciese justicia".

Al respecto, al termino de la vista, el abogado de la defensa, Juan Sánchez, explicó que el acusado "seguramente se declarará insolvente y no podrá hacer frente a la responsabilidad civil". Además, explicó que su cliente "no sabe dónde está el cuerpo" de Karren Durrant, motivo por el cual "no se conocen las circunstancias exactas de la muerte" y "no se puede considerar asesinato".

La portavoz de la familia, Catherine Stepherd, aseguró a la salida de la vista que para ellos "los cuatro últimos años han sido muy difíciles", ya que "no saber exactamente lo que le pasó a Karren suma más dolor". Por ello, según expresó, la vista de hoy "no supone un consuelo" para la familia.