CASTELLÓN, 16 Mar. (EUROPA PRESS) -
El joven acusado de estrangular a un anciano de 63 años y robar posteriormente en su domicilio de Coves de Vinromà (Castellón) en junio de 2007, Said, negó hoy su participación en los hechos durante la primera jornada del juicio oral que se sigue en la sección primera de la Audiencia Provincial de Castellón, aunque tanto agentes de la Guardia Civil como el otro procesado, Jaouad, al que el fiscal acusa de los delitos de robo y encubrimiento, declararon que confesó haber sido autor de la muerte.
Tanto el fiscal como la acusación particular solicitan para Said una pena de 20 años de prisión por el homicidio y el robo al anciano, mientras que para el otro acusado demandan ocho años de cárcel. Por su parte, los letrados de la defensa pidieron la libre absolución para ambos procesados.
Durante su declaración, Said indicó que los hechos que se le imputan no son ciertos, aunque reconoció que conocía a la víctima, con la que había mantenido relaciones sexuales en dos ocasiones. Así mismo, señaló que la Guardia Civil le había amenazado con meter a su novia en la cárcel, por lo que --dijo-- los agentes "se inventaron" las declaraciones en las que éste supuestamente reconocía los hechos "porque querían cerrar el caso", apuntó.
Por su parte, Jaouad también negó su implicación en los hechos y relató que Said telefoneó a un amigo común al que confesó que había matado al anciano, aunque "sin querer", por lo que todos los que escucharon la conversación decidieron denunciarle al día siguiente.
El agente de la Guardia Civil que instruyó la causa, así como un compañero, aseguraron en el juicio que Said se negó a declarar en principio, pero, una vez se marchó su abogado y cuando lo llevaban al calabozo, indicó de forma espontánea que él había sido el autor de la muerte del anciano, así como que posteriormente, junto al otro acusado, robaron en su domicilio. Uno de los agentes aseguró que Said aportó en su declaración detalles que formaban parte del secreto del sumario.
Así mismo, los agentes señalaron que en ningún momento el acusado fue amenazado. Otros guardias civiles también declararon que la puerta de la vivienda de la víctima, que estaba desordenada, no había sido forzada.
El amigo común de los acusados que recibió la llamada de Said en la que supuestamente le confesó la muerte del anciano declaró que éste le dijo que, en principio, sólo quería robar a la víctima, aunque acabó matándola, hecho que también ratificó otro testigo de la llamada. El juicio continuará mañana con la declaración de nuevos testigos.
