El acusado de matar a un empresario y a su hija en Collado Mediano (Madrid) afirma que disparó un montón de veces

Actualizado: jueves, 4 mayo 2006 18:17

Los tres procesados niegan que urdieran una trama para acabar con la vida del empresario y de su hija

MADRID, 4 May. (EUROPA PRESS) -

Daniel M.M., el principal acusado de matar a un constructor y a su hija en diciembre de 2003 en el interior de su chalé sito en Collado Mediano, reconoció hoy en el juicio con jurado popular que se sigue en la Audiencia Provincial de Madrid que disparó "un montón de veces" sobre sus víctimas hasta causarles la muerte, al tiempo que negó el haber preconcebido junto a su padre y a su tío, también procesados, un plan para acabar con la vida de los dos fallecidos.

El encausado, que tan sólo contestó a las preguntas que le realizó su abogado defensor, afirmó que el tiroteo se desencadenó tras mantener un forcejeo con el empresario, Ramón L.G., quien se percató de que Daniel M.M. había introducido una pistola en su domicilio.

Además, manifestó que fue a visitar a la víctima con el fin de "recuperar su amistad" ya que, según declaró ante la jueza, la relación entre ambos, que antaño había sido "de padre e hijo", se había deteriorado a causa de intercesión de una tercera persona llamada Luis Torres, trabajador de la empresa de Ramón L.G.

DOS DELITOS DE ASESINATO

El fiscal reclama 38 años de prisión para Daniel M.M. por el asesinato de Ramón L.G. y de su hija Eva L.P., y solicita que Daniel M.R. y Crisantos M.R., padre y tío del anterior, respectivamente, cumplan una pena de 20 años de cárcel al considerarles cooperadores necesarios de la muerte del constructor. Por su parte, la acusación particular pide para los imputados una pena de prisión de 52 años.

Según el escrito de conclusiones provisionales del Ministerio Fiscal Daniel M.M. se reunió el 28 de diciembre con su padre y su tío, Daniel M.R. y Crisantos M.R., respectivamente, con el fin de trazar un plan para acabar con la vida de Ramón L.G. porque éste le había despedido.

En la ejecución la trama urdida, el 29 de diciembre de 2003 los tres procesados se dirigieron en coche a Portugal y adquirieron una pistola ilegal que no estaba 'fichada' y nueve balas. Con el arma en su poder, se dirigieron al domicilio del constructor donde Daniel M.M. "sacó súbitamente el arma que portaba y de forma inmediata y sin darle tiempo a sus víctimas para que reaccionaran" descerrajó tres tiros sobre Ramón L.G. y cuatro sobre Eva L.P.

UNA VISITA PARA COBRAR DINERO

La sesión de hoy, la primera después de la elección del tribunal popular encargado de enjuiciar los hechos, se centró en el testimonio de los encausados, quienes se acogieron a su derecho a no declarar, negándose a responder a las preguntas planteadas por el fiscal y las acusaciones particulares.

En este contexto, Daniel M.M., a quien el fiscal imputa dos delitos de asesinato y uno de tenencia ilícita de armas, relató en la Sala que el día anterior a los hechos se reunió con su padre y con su tío para realizar un viaje a Portugal con motivo de las fiestas navideñas, haciendo una parada un Salamanca, ciudad desde la que se puso en contacto telefónicamente con Luis Torres, un trabajador de la empresa de Ramón L.G.

Según el encausado, en la conversación mantenida con Torres salió a relucir el hecho de que la víctima tenía una gran suma de dinero en su casa. "Ramón me debía dinero de una indemnización y Luis Torres me convenció para que me pasara por el domicilio de mi ex jefe y así cobrar lo que éste me debía, no sin antes advertirme de que Ramón era un hombre que siempre estaba armado", aclaró.

"DISPARÉ UN MONTÓN DE VECES"

Daniel M.M. también aseguró entre lágrimas que una vez en Portugal se hizo con una pistola y con correspondiente munición y la guardó en el bolsillo interior de la chaqueta que vestía. Con todo ello, regresó de nuevo a Madrid y obligó a su tío a dirigirse a Collado Mediano, donde vivía el empresario, con la excusa de hacer una visita a la víctima y de llevarle una caja de unos pasteles llamados 'Toledanos'.

"Cuando llegamos al chale me bajé yo sólo del coche. Llamé al telefonillo y me abrió Eva. En el interior de la casa vi a Ramón y me pidió que le entregara la chaqueta que llevaba puesta para colgarla. Al desvestirme, Ramón se percató de que yo llevaba un arma. Se volvió loco y me encañonó. Empezamos a forcejear y la pistola se disparó. No sé lo que pasó después; simplemente acabé con el arma en la mano. Disparé un montón de veces y acabé llorando como un desquiciado", indicó el acusado.

Finalmente, el inculpado subrayó que le ha dado "mil vueltas" a lo que sucedió en la noche de autos y sentenció que si ese día no hubiera llovido habría dejado en el coche su cazadora y la pistola que en ella guardaba y "nada de lo acaecido" hubiera sucedido.

Tras el interrogatorio de Daniel M.M., la Sala pudo escuchar el testimonio de Crisantos M.R. y Daniel M.M. quienes negaron la existencia de un plan preconcebido para robar al empresario y acabar con su vida y la de su hija.

El juicio a Daniel M.M., Daniel M.R. y Crisantos M.R. continuará mañana en la sección segunda de la Audiencia provincial de Madrid con la comparecencia de la viuda de Ramón L.Q., del novio de Eva L.P. y del hermano de ésta última.