El acusado de matar a la quiosquera de Los Patos (Córdoba) dice que perdió el control y pide perdón durante el juicio

Actualizado: martes, 18 diciembre 2007 14:53

CÓRDOBA, 18 Dic. (EUROPA PRESS) -

Pedro Moreno Pérez, de 28 años, acusado de un delito de asesinato contra la quiosquera de los jardines de Los Patos, Juana Victoria Domínguez, de 87 años, afirmó hoy durante la vista oral que perdió el control, no sabía lo que estaba pasando y pidió perdón "a toda la familia, así como a la ciudadanía cordobesa por el daño ocasionado".

Durante el juicio, el joven, para quien el fiscal pide 28 años y nueve meses de cárcel, manifestó que en el momento de los hechos estaba "muy alterado, no tenía control de lo que estaba haciendo", había bebido alcohol y consumido drogas, aunque reconoció que era consciente de lo ocurrido.

Según explicó, la madrugada del 16 de octubre de 2006 se quedó en la casa de su compañera sentimental y pasó casi toda la noche sin dormir, por lo que se levantó a las 06.00 horas, se tomó un café solo, media botella de anís y había consumido unas tres dosis de cocaína.

De allí cogió un cuchillo y posteriormente, sobre las 09.30 horas, se dirigió al domicilio de D.R.M., en la Plaza de San Lorenzo, en Córdoba, y tras llamar a la puerta, ésta le abrió, ya que le conocía de haber realizado algunas reformas en su casa y además llegó con la excusa de que le iba a entregar una carta certificada.

Seguidamente, le puso en el cuello un objeto punzante, a la vez que le obligaba a que se dirigiera donde estaba la caja fuerte, pero al no conocer la combinación, D.R.M. le entregó 180 euros que tenía en ese momento y el acusado se marchó tirando el cuchillo en un contenedor.

Desde allí se dirigió hacia distintos bares de la ciudad y dos bingos, donde consumió cervezas y algunos whiskys. Posteriormente, puesto que ya le quedaba poco dinero, se metió en una tienda regentada por chinos en el barrio de Ciudad Jardín y allí cogió un cuchillo grande, de unos 20 centímetros de hoja.

Luego, sobre el mediodía, se dirigió a los Jardines de la Agricultura, también conocidos como Los Patos, donde se encontraba el quiosco de Juana Victoria Domínguez. Según explicó, vio que la puerta estaba abierta y que había alguien dentro, así que entró para pedirle el dinero que tuviera allí, pero al negarse ella le sacó el cuchillo, que lo llevaba guardado en el forro del pantalón, para intimidarla.

Ella insistía en que no le iba a dar el dinero y, según el acusado, se abalanzó sobre él y le dijo que le había pinchado. A partir de ahí, el joven dijo que perdió el control, empezó a darle cuchilladas, no se podía contener porque estaba muy alterado y se "cebó" con ella.

En total, le asestó 33 cuchilladas, provocándole la muerte por taponamiento cardiaco por rotura cardiaca secundaria, si bien los forenses que realizaron la autopsia del cadáver manifestaron durante el juicio que la herida mortal fue de las primeras.

SIN INTENCIÓN.

El acusado comentó que en ese momento estaba "muy afectado por el consumo de alcohol y que el primer pinchazo de la anciana no era intencionado", ya de que de primeras su idea no era esa. Así, afirmó que si la anciana le hubiera dado el dinero, se hubiera ido porque él sólo quería seguir bebiendo y consumir droga.

En cuanto a las heridas, los forenses explicaron que en la que le provocó la muerte, el arma atravesó el esternón completamente y llegó a afectar al corazón, por lo que la muerte fue rápida. También destacaron que la mujer contaba con heridas defensivas, aunque no pudieron precisar si eran anteriores a la puñalada mortal.

Tras provocar la muerte de Juana Victoria, el procesado cogió unas monedas, cuya cuantía no se puede determinar, y se marchó del quiosco. Después, sobre las 16.00 horas, Pedro Moreno regresó al lugar para coger el cuchillo utilizado, para lo cual dijo que prendió fuego a un pañuelo de papel con el fin de encontrarlo porque, según manifestó, no se veía nada. De este modo, negó que el fin fuera prenderle fuego al quiosco de manera intencionada.

Finalmente, sobre las 19.30 horas, el procesado se dirigió a la Plaza de las Tendillas, pero negó que a propósito le tocara los genitales a una chica con la que se cruzó, ya que ni siquiera llegó a pararse delante de ella. Por ello, fue detenido por agentes de la Policía Nacional, los cuales le intervinieron un cuchillo de mango niquelado de 20 centímetros de hoja.

La defensa manifiesta que el acusado se encontraba afectado en su capacidad volitiva e intelectiva por la gran cantidad de alcohol ingerido, así como por la cocaína esnifada. De hecho, ha estado en tratamiento por el Servicio de Drogodependencias de la Cruz Roja, así como en Proyecto Hombre y en el Equipo de Salud Mental de Montilla.

Para el fiscal, estos hechos constituyen dos delitos de robo, por lo que pide cinco años de prisión para cada uno, un delito de asesinato, por el que solicita 17 años y seis meses de cárcel, así como una falta de daños y un delito de abuso sexual, reclamando por éste último un año y tres meses. En concepto de responsabilidad civil pide 8.268 euros para cada uno de los dos hijos de la anciana.

La defensa pide para el procesado las eximentes del trastorno límite de la personalidad y drogadicción y las atenuantes de confesión respecto de los delitos, además de reparación del daño, puesto que han sido indemnizados todos los afectados. En definitiva pide para Pedro Moreno seis meses de prisión por cada uno de los delitos de robo más dos años y medio por un delito de homicidio.

Por su parte, la acusación particular pide para el acusado un total de 30 años de prisión, 25 por un delito de asesinato con alevosía y ensañamiento, más otros cinco años por el robo a la anciana.