BARCELONA, 5 Mar. (EUROPA PRESS) -
Los tres procesados por el asesinato de la psicóloga barcelonesa Anna Permanyer son "personas normales" sin ningún trastorno psiquiátrico, según los peritos que los evaluaron. Un cuarto especialista calificó a Carmen B.L. de "antisocial" e "histriónica".
Durante la decimosegunda jornada del juicio con jurado popular, dos médicos forenses explicaron que los tres acusados son personas normales capaces de "distinguir el bien del mal", aunque recordaron que "una persona normal puede hacer cosas anómalas".
En las entrevistas con los médicos, Carmen B.L. dejó en evidencia su falta de emotividad y empatía por los demás, y se mostró "fría", "controladora" y "distante". Se trata de rasgos de personalidad y "no de síntomas de una enfermedad mental", apuntaron los expertos.
El perito presentado por la Fiscalía dijo que esa acusada es una persona "histriónica", por lo que "es capaz de hacer cualquier cosa para captar la atención". También la calificó de "antisocial", es decir, "capaz de utilizar a los demás para su goce y disfrute" sin sentirse culpable por ello.
En referencia a Anabel T.P., los expertos coincidieron en señalar que se trata de una mujer "trabajadora, cumplidora y responsable".
Por otra parte, según explicaron funcionarios penitenciarios a una de las especialistas, Carme B.L. se ha adaptado a la prisión y, aunque es más bien solitaria, "suele rodearse de personas más débiles para utilizarlas".
Los otros dos imputados viven una situación distinta. En una de las entrevistas, Joan S.B., de 82 años, aseguró sentirse "triste" al encontrarse en "una situación que no entendía", mientras que Anabel T.P. afirmó considerar "injusto" lo que le estaba sucediendo.
Los médicos forenses señalaron que ni Anabel T.P. ni Joan S.B. requirieron tratamiento psiquiátrico por el "bajón" --normal cuando se ingresa en prisión-- que sufrieron al ser encarcelados. Con todo, destacaron que el deterioro físico del imputado es más pronunciado, dada su avanzada edad.
INCENDIO INTENCIONADO.
A lo largo de la mañana, también testificaron los policías que investigaron el incendio que arrasó el piso 11-E del edificio Atalaya de la avenida Diagonal de Barcelona, donde vivía Carme B.L., y que se produjo entre la desaparición de Permanyer y la detención de la imputada.
Los peritos aseguraron que se trató de un "incendio provocado", ya que se produjeron dos fuegos simultáneos en habitaciones distintas --el salón y el dormitorio-- y se descartaron las causas accidentales. El piso había sido precintado e inspeccionado por la Policía tras la desaparición de la psicóloga.
Otro agente de Policía explicó al jurado que no se ha encontrado ningún rastro documental de una transacción, por el importe total o fraccionado de 420.000 euros, que según Carmen B.L. le pagó a la fallecida como establecía el contrato de arras del piso 18-J que supuestamente Permanyer le firmó.
